La Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural, la Fundación para la Biodiversidad y la Asociación para el Desarrollo Integral de la Manchuela Conquense (ADIMAN) establecerán líneas de colaboración para poner en marcha un nuevo proyecto que permita la realización de un estudio cinegético en la comarca de la Manchuela.
“Se trata de una experiencia piloto que, posteriormente, podrá trasladarse el resto de nuestra comunidad autónoma”, explica el delegado provincial del ramo, Darío Dolz, tras la reunión mantenido con el director de proyectos de la Fundación, Germán Alonso Campos, y representantes de ADIMAN.
El objetivo de este estudio es establecer directrices comunes que rijan los aprovechamientos cinegéticos en los cotos de esta comarca y, basándose en criterios de sostenibilidad, compatibilizar la actividad cinegética, agrícola y ganadera con las cuestiones medioambientales. “Abogamos por la gestión sostenible de los cotos de caza en Castilla-La Mancha”, puntualizó.
De esta forma, se pretende mejorar la actividad gestora de los recursos cinegéticos de los cotos, incrementar la cantidad y calidad de los mismos, impulsar el desarrollo económico sostenible de la zona, formar a la población sobre actitudes responsables hacia el medio y proporcionar un marco adecuado de vida a la población rural.
El provincial de Agricultura y Desarrollo Rural destacó que desde el Gobierno de Castilla-La Mancha “estamos convencidos de que la actividad cinegética y todo lo que genera a su alrededor es una buena alternativa para el desarrollo económico de muchas comarcas en nuestra provincia”.
En este punto, reiteró la apuesta del Ejecutivo regional de trabajar “de la mano del sector” para avanzar en esta dirección. Y es que la evolución que ha experimentado la actividad cinegética en los últimos años en nuestro país es notable, convirtiéndose en una actividad deportiva que genera importantes recursos económicos a su alrededor.
En el caso de Castilla-La Mancha, el volumen de negocio que mueve la actividad cinegética gira en torno a los 300 millones de euros anuales y supone la generación de más de un millón y medio de jornales.
“Estos datos ponen de manifiesto que la caza es un sector fundamental para nuestra provincia y nuestra región, y que seguiremos promoviendo como actividad generadora de empleo e impulsora del desarrollo turístico sobre todo en el medio rural”, significó Darío Dolz.
No en vano, el turismo cinegético es el de mayor poder adquisitivo y, por lo tanto, el que más dinero deja en el territorio. Por ello, se presenta como una alternativa que contribuye a mejorar la renta de quienes viven en el medio rural.
Datos de la actividad cinegética
La superficie destinada a la actividad cinegética supera los 7 millones de hectáreas, lo que supone aproximadamente el 90% de la superficie regional.
En la actualidad, Castilla-La Mancha cuenta con 5.681 cotos privados de caza, 5 cotos sociales, 2 reservas de caza y 39 zonas de caza controlada. En el caso de la provincia de Cuenca, son un total de 794 cotos entre caza mayor y menor, mientras que la cifra de cazadores ronda los 15.000.
“Se trata de una experiencia piloto que, posteriormente, podrá trasladarse el resto de nuestra comunidad autónoma”, explica el delegado provincial del ramo, Darío Dolz, tras la reunión mantenido con el director de proyectos de la Fundación, Germán Alonso Campos, y representantes de ADIMAN.
El objetivo de este estudio es establecer directrices comunes que rijan los aprovechamientos cinegéticos en los cotos de esta comarca y, basándose en criterios de sostenibilidad, compatibilizar la actividad cinegética, agrícola y ganadera con las cuestiones medioambientales. “Abogamos por la gestión sostenible de los cotos de caza en Castilla-La Mancha”, puntualizó.
De esta forma, se pretende mejorar la actividad gestora de los recursos cinegéticos de los cotos, incrementar la cantidad y calidad de los mismos, impulsar el desarrollo económico sostenible de la zona, formar a la población sobre actitudes responsables hacia el medio y proporcionar un marco adecuado de vida a la población rural.
El provincial de Agricultura y Desarrollo Rural destacó que desde el Gobierno de Castilla-La Mancha “estamos convencidos de que la actividad cinegética y todo lo que genera a su alrededor es una buena alternativa para el desarrollo económico de muchas comarcas en nuestra provincia”.
En este punto, reiteró la apuesta del Ejecutivo regional de trabajar “de la mano del sector” para avanzar en esta dirección. Y es que la evolución que ha experimentado la actividad cinegética en los últimos años en nuestro país es notable, convirtiéndose en una actividad deportiva que genera importantes recursos económicos a su alrededor.
En el caso de Castilla-La Mancha, el volumen de negocio que mueve la actividad cinegética gira en torno a los 300 millones de euros anuales y supone la generación de más de un millón y medio de jornales.
“Estos datos ponen de manifiesto que la caza es un sector fundamental para nuestra provincia y nuestra región, y que seguiremos promoviendo como actividad generadora de empleo e impulsora del desarrollo turístico sobre todo en el medio rural”, significó Darío Dolz.
No en vano, el turismo cinegético es el de mayor poder adquisitivo y, por lo tanto, el que más dinero deja en el territorio. Por ello, se presenta como una alternativa que contribuye a mejorar la renta de quienes viven en el medio rural.
Datos de la actividad cinegética
La superficie destinada a la actividad cinegética supera los 7 millones de hectáreas, lo que supone aproximadamente el 90% de la superficie regional.
En la actualidad, Castilla-La Mancha cuenta con 5.681 cotos privados de caza, 5 cotos sociales, 2 reservas de caza y 39 zonas de caza controlada. En el caso de la provincia de Cuenca, son un total de 794 cotos entre caza mayor y menor, mientras que la cifra de cazadores ronda los 15.000.
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