“Parece que una parte de los padres no acaba de entender la diferencia entre lo público y lo privado y, lo que es peor, la justicia de esta ciudad tampoco”. Afirma Ana Cruz, Concejal de IU en el Ayuntamiento de Cuenca, a la vez que manifiesta que “ya que la intención del gobierno sobre educar a los futuros adultos de este país en materia cívica es estar a la altura de Europa y a la altura de los tiempos, no se pueden permitir en este importante asunto injerencias particulares, religiosas o ideológicas contrarias al respeto de los derechos y deberes fundamentales para la convivencia democrática en paz”. Cruz, profesora de filosofía en uno de los institutos de nuestra ciudad y que imparte también esta asignatura declara: “una vez más la Justicia española no asiste al espíritu de la constitución en lo tocante al respeto, la igualdad, la tolerancia y la libertad de la ciudadanía. Cualquiera que lea los contenidos y objetivos que el Ministerio de Educación atribuye a esta asignatura entenderá que no hay por qué alarmarse de nada, más bien la contrario, hay que reconocer que ya venía haciendo falta en España, aunque los tribunales, y más con la reciente incorporación del máximo representante del Poder Judicial Carlos Dívar al frente, no quieran admitir los cambios sociales y la realidad actual”.
“La desinformación y manipulación sobre esta materia ha sido escandalosa,-continúa diciendo- los padres tienen prejuicios, que, de una manera interesada, les han infundido y los manifiestan con objeciones de conciencia, fenómeno este que podría ser reflejo de una sociedad preocupada por el bienestar y por la salud democrática pero que, sin embargo, es el síntoma del enfrentamiento que quiere mantener la iglesia y el partido popular con el gobierno a cambio de hacerse protagonistas de la vida política y de paso consolidar el status heredado. Ojalá los ciudadanos se opusieran a todas las injusticias que se practican desde el poder con la misma fuerza y con argumentos buenos, otro gallo nos cantara. Lamentablemente en este caso no se tienen buenas razones ni hay motivos razonables para oponerse a la enseñanza de una materia que quiere formar en valores cívicos desde la democracia y en el marco de los derechos humanos, lejos de adoctrinamientos y dogmas que sólo pueden venir del campo de las creencias, es decir de donde reina la fe y no cabe la ciencia, la razón, la discusión, el consenso, el diálogo y el respeto a las diferencias”.
Según la representante municipal de Izquierda Unida, existen en la actualidad graves discriminaciones sociales, económicas, sexistas y raciales que nadie, o muy pocos, denuncian. Unas procedentes de las leyes gubernamentales y otras de las tradiciones más arraigadas. Argumenta además que tendríamos que preguntarnos por nuestros principios morales y actuar en consecuencia asumiendo la diversidad y las diferencias como riqueza no como excusas para inventarse seres inferiores a los que marginar o despreciar.
“Desde Izquierda Unida animamos a todos a la participación ciudadana como medio para mejorar nuestra sociedad pero con elementos de juicio, con argumentos válidos racionales, desde la convicción de que la democracia bien practicada es el menos malo de los sistema políticos que podemos querer y exigir” dice para concluir Ana Cruz.
“La desinformación y manipulación sobre esta materia ha sido escandalosa,-continúa diciendo- los padres tienen prejuicios, que, de una manera interesada, les han infundido y los manifiestan con objeciones de conciencia, fenómeno este que podría ser reflejo de una sociedad preocupada por el bienestar y por la salud democrática pero que, sin embargo, es el síntoma del enfrentamiento que quiere mantener la iglesia y el partido popular con el gobierno a cambio de hacerse protagonistas de la vida política y de paso consolidar el status heredado. Ojalá los ciudadanos se opusieran a todas las injusticias que se practican desde el poder con la misma fuerza y con argumentos buenos, otro gallo nos cantara. Lamentablemente en este caso no se tienen buenas razones ni hay motivos razonables para oponerse a la enseñanza de una materia que quiere formar en valores cívicos desde la democracia y en el marco de los derechos humanos, lejos de adoctrinamientos y dogmas que sólo pueden venir del campo de las creencias, es decir de donde reina la fe y no cabe la ciencia, la razón, la discusión, el consenso, el diálogo y el respeto a las diferencias”.
Según la representante municipal de Izquierda Unida, existen en la actualidad graves discriminaciones sociales, económicas, sexistas y raciales que nadie, o muy pocos, denuncian. Unas procedentes de las leyes gubernamentales y otras de las tradiciones más arraigadas. Argumenta además que tendríamos que preguntarnos por nuestros principios morales y actuar en consecuencia asumiendo la diversidad y las diferencias como riqueza no como excusas para inventarse seres inferiores a los que marginar o despreciar.
“Desde Izquierda Unida animamos a todos a la participación ciudadana como medio para mejorar nuestra sociedad pero con elementos de juicio, con argumentos válidos racionales, desde la convicción de que la democracia bien practicada es el menos malo de los sistema políticos que podemos querer y exigir” dice para concluir Ana Cruz.
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