EL Conquense dice adiós a la Copa de Rey

Le salió rana el experimento, en parte forzoso por las lesiones, a Antonio Cazalilla. Ya había avisado de que no iba a forzar ni un pelo sacrificando la Liga pero quizá se pasó. Utilizó una alineación de circunstancias para intentar eliminar a uno de los equipos más fuertes de la Segunda B andaluza, que recién descendido, en su campo y con un ambientazo no dejó ni una opción al conjunto balompédico.
Los conquenses salieron con el once formado por Raúl, Gorrasi, Javi Soria, Fran, Victor, Oya, Juanma, Neftali, Óscar Silva, Ubis y Marc y nunca estuvieron cómodos. El fútbol no era fluido y los andaluces eran claros dominadores de un encuentro que nunca vieron peligrar. Dominando, el Poli encontró el premio que se merecía y al descanso ya ganaba 1-0 con gol de Mikel Rico. El Conquense estaba perdido.
Cazalilla necesitaba más pegada y se decidió a los pocos minutos de la segunda mitad a sustituir a la pareja de atacantes que estaban jugando por Juanjo y Martins, que quería volver a ser el héroe y fue el único de todo el equipo que lo intentó y tuvo alguna tímida ocasión cuando ya no había nada que hacer. Los locales, relajados, se sentían como pez en el agua y estaban jugando a medio gas. No necesitaban nada más. El partido estaba muerto y el Conquense más.
Y para evitar problemas de última hora, en el 88, Nacor Bueno, que acababa de salir, ponía la puntilla y eliminaba al Conquense que no demostró nada de lo que es. Por si fuera poco, Gorrasi tuvo que retirarse con un golpe en el gemelo que esperemos sea cosa de poco. Adiós a la Copa con sabor agridulce: contra el Cádiz se ilusionó y contra el Poli no hubo nada.

(Imagen de archivo)
El Digital de Castilla-La Mancha