viernes, 25 de julio de 2008

Artículo de Opinión

UNA ORDENANZA Y UNA VOLUNTAD NECESARIAS

Hace ocho años, cuando los socialistas presentaron su iniciativa de Ordenanza Municipal de Medio Ambiente, que tuve ocasión de informar, no recuerdo que el grupo municipal popular dijera que Cenzano tenía un desmesurado afán recaudatorio y que pretendía limitar las conductas de los conquenses. Entonces se prohibió: tender la ropa en balcones y terrazas, tirar envoltorios al suelo, el uso inadecuado de los bancos, sacudir prendas o alfombras desde las ventanas, balcones y terrazas; que están sancionadas con 150 euros. La misma sanción que si se riegan las plantas y se producen salpicaduras en la vía pública, o si se dejan botellas, derraman líquidos o se orina en la vía pública. Si se reincide, 300 euros. Incluso prohibió que los perros fueran sueltos a cualquier hora del día, con multas de hasta 2400 euros, y prohibió también los actos que producen suciedad o sean contrarios a la limpieza y el decoro de la vía pública. Cortar un árbol o entrar con una moto en el parque se sancionan con hasta 6.000 euros. Con motivo del trabajo de preparación del borrador de la futura Ordenanza para Proteger los Espacios Públicos y la Convivencia Ciudadana he observado que la aprobación de las ordenanzas llamadas de “convivencia ciudadana” han venido rodeadas de cierta polémica en casi todas las de ciudades. Y también, que donde no gobierna el PSOE, ante estas iniciativas legislativas, éste se echa al monte para sacar algún rédito político o mantener esa movilización de fondo. Y esta parece ser la tendencia del autoproclamado GMS. Para la elaboración de la futura Ordenanza hemos abierto un proceso participativo y todas las aportaciones serán respetadas y tenidas en cuenta. Nuestro deseo es que la de Cuenca, sea la mejor y más eficaz de las Ordenanzas de Convivencia Ciudadana, la más participada y consensuada. Ni vamos a prohibir el botellón ni estamos criminalizando a los jóvenes. Hemos propuesto limitar el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública cuando se altere gravemente la convivencia ciudadana, cuando se haga de forma denigrante, cuando concurran menores o cuando se provoquen situaciones de insalubridad. Precisamente es en este capítulo donde las sanciones propuestas son las menores posibles, de 50 a 100 euros. En estos momentos, lo que llamamos es a la reflexión, a que no se haga en plazas o junto a las viviendas, molestando al vecindario, a que no se dejen cristales rotos ni desperdicios y a que la calle no se convierta en un urinario. A que no se beba alcohol en exceso y a que no lo hagan menores. A que se respete el derecho al descanso del vecindario. En Castilla-La Mancha, el inicio al consumo de bebidas alcohólicas tiende hacia los 15 años y el consumo de forma regular a los 16. Lamentablemente, nuestros jóvenes están los primeros en el ranking nacional. No debemos frivolizar con estos temas. El botellón es fenómeno social complejo, que no tiene reglas y por tanto no tiene fácil solución. Lo que está prohibido, es lo que va asociado a determinadas formas de botellón, y vamos a incidir en eso. Le pido a los concejales socialistas que no critiquen el proceso participativo por una parte -y se han quedado solos una vez más-, y a la vez utilicen a su rama juvenil para decir lo contrario. Sé que van a ridiculizar el texto del borrador sacando frases de contexto, a decir cosas que no son ciertas –ya lo ha hecho el concejal Vieco-, que hablarán de plagio e incluso pedirán que arreglemos o que hagamos lo que han estropeado o lo que no han hecho ellos en ocho años. Y estamos trabajando en campañas de concienciación y en alternativas. El GMS está en su derecho de posicionarse y de hacer su estrategia. Pero ciertas formas de botellón, utilizar la calle de urinario, las pintadas y otros actos vandálicos y los excrementos caninos, cuestan mucho dinero y causan muchas molestias a los vecinos, por lo tanto son un problema prioritario para este Gobierno municipal y deberían serlo para todos los concejales. Los conquenses y los visitantes tienen derecho a pasear por las calles, a contemplar el paisaje, sus edificios, sus parques y su mobiliario urbano libres de pintadas, limpios y sin olores desagradables; y a descansar. Claro que hace falta sentido común, esta Ordenanza es necesaria para cuando desaparece, o nunca se ha tenido, ese sentido común. Hay un borrador del texto de la Ordenanza en el tablón de anuncios de la Web municipal, www.cuenca.es y se pueden hacer sugerencias hasta el 15 de septiembre.

Ángel Mariscal Estrada
Concejal de Medio Ambiente del Excmo. Ayuntamiento de Cuenca
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