miércoles, 14 de mayo de 2008

Pastor destacó hoy que el turismo enológico se está presentando como “una alternativa de desarrollo económico y vacacional

Bodegas Villavid es la única cooperativa que forma parte de la Guía de Enoturismo de Castilla-La Mancha que fue elaborada en colaboración con la Consejería de Turismo. El resto de integrantes, cerca de una treintena, son bodegas privadas.
El delegado provincial de Turismo y Artesanía, José María Pastor, destacó hoy que el turismo enológico se está presentando como “una alternativa de desarrollo económico y vacacional incipiente” motivada por una mayor apreciación del mundo del vino y de la cultura que lo rodea.
Pastor, que inauguró hoy el Centro de Interpretación de la Vid y el Olivo de Bodegas Villavid, en Villarta, insistió en que “cada vez son más los viajeros que se interesan por este tipo de oferta vacacional y de ocio” por lo que desde el Gobierno regional se está apoyando todas aquellas iniciativas que potencian esta modalidad turística.
Por ello, el delegado provincial del ramo puso como ejemplo el “dinamismo” de los responsables de esta bodega que están sabiendo compatibilizar la producción de sus caldos con un sector, el turístico, que cada vez tiene mayor importancia en la economía de nuestra provincia.
De hecho, este Centro de Interpretación de la Vid y el Olivo es un complemento a las actividades que ya se vienen haciendo en las instalaciones de la cooperativa y un reclamo más de cara a atraer la atención del visitante y vender sus caldos.
Para ello, se ha recuperado una antigua almazara situada junto a las instalaciones de Bodegas Villavid, marca de los vinos que se producen en la Cooperativa Vitivinícola Dulce Nombre de Jesús.
Un espacio en el que se exhiben todo tipo de utensilios empleados años atrás por los agricultores para la recolección tanto de la uva como de la aceituna.
El empeño de esta cooperativa por situarse en las rutas enológicas de la región ha motivado que sea la única que forma parte de la Guía de Enoturismo de Castilla-La Mancha, de la que forman parte una treintena de bodegas privadas de la región.
Y es que el desarrollo de esta cultura vinícola y el reconocimiento de la importancia económica que tiene la producción de vino es un fenómeno que ha llevado consigo un incremento en la cantidad y variedad de las bodegas y zonas vitivinícolas en todo el mundo.
El delegado provincial de Turismo explicó que, con ayuda de esta guía, el “viajero que recala en nuestras tierras puede disfrutar de los placeres que proporciona el vino y toda la cultura que gira a su alrededor”.
Además, cuentan el regalo de “nuestro espectacular entorno” como es el caso de esta bodega de Villarta, ya que “sus viñedos están rodeados las majestuosas Hoces del Río Cabriel y lindando con el inigualable paraje de Los Cuchillos”, añadió Pastor.
El delegado provincial de Turismo y Artesanía estuvo acompañado en este acto por el delegado provincial de Agricultura, José María Ayanz; el alcalde de Villarta, Miguel Palomares, y numerosos socios de la Cooperativa del Campo Dulce Nombre de Jesús.

Tradición vitivinícola desde 1952
La Cooperativa del Campo Dulce Nombre de Jesús, de Villarta, se constituyó en 1952, fruto de la inquietud de un grupo de viticultores que apostaron por la transformación y la comercialización de sus propios productos.
Ubicada en la comarca de la Manchuela, la Cooperativa cuenta en la actualidad con 670 socios, que cultivan 1900 hectáreas de viñedo, contando con la variedad BOBAL (autóctona de la D.O. Manchuela) como predominante (1400 ha.), una clara apuesta por la variedad CENCIBEL, (480 ha.) así como la nueva incorporación en sus explotaciones de otras variedades tintas de calidad que complementan las anteriores, tales como el CABERNET SAUVIGNON, SIRAH, GRACIANO (20 ha.)
Sus vinos son fruto de un esmerado cuidado de las vides por parte de sus socios, unido a la pureza del clima de la manchuela donde el periodo de maduración de la uva es bastante elevado, debido a las diferencias de temperatura entre el día y la noche.

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