viernes, 9 de mayo de 2008

El grupo “Inspiración femenina” apuntó a la educación como la clave para avanzar hacia una sociedad igualitaria

Carmen Acosta, integrante del grupo de trabajo “Inspiración Femenina”, reivindicó hoy el papel de todas las mujeres en la lucha por la consecución de la igualdad real entre hombres y mujeres.
Acosta, que participó en el segundo encuentro del ciclo “Cuenca en Femenino” organizado por el Área de Mujer del Grupo Municipal Socialista, afirmó que “cualquier mujer, de cualquier condición social, puede trabajar por la igualdad en su día a día, desde su casa o desde su trabajo, ya que la educación de los hijos sigue siendo en gran medida su responsabilidad”.
La representante de “Inspiración femenina” aseguró que la única forma de alcanzar la igualdad de género es “trabajando desde la base, inculcando a nuestros hijos valores de convivencia y respeto para que, en el futuro, ellos no tengan que explicarles lo mismo a sus hijos”.
“Es labor de la madre, de la abuela, de la tía, de la maestra, etc. transformar la sociedad, mediante acciones cotidianas que sirvan para enseñar a los niños y niñas a respetarse en igualdad”, apuntó.
Asimismo, reconoció que ha sido la mujer, como encargada del cuidado de los hijos, quien ha transmitido los valores patriarcales que aún hoy predominan en nuestra sociedad. Sin embargo, “ahora que la mujer puede hablar y opinar, es el momento de asentar las bases de otro pensamiento”
Por su parte, María Luisa Monverde, otra de las ponentes, declaró que “aún queda mucho por hacer en materia de igualdad”, ya que, “en el mejor de los casos, el varón ayuda a la mujer pero no comparte responsabilidades como el cuidado de los hijos o las tareas domésticas”.
“El hombre de hoy se considera moderno cuando ‘echa una mano’ pero sigo viendo a la mujer a la responsable última de los temas domésticos”, criticó.
Monverde denunció también que, a día de hoy, las mujeres continúen cobrando, de media, un 30 por ciento menos que hombres, y reivindicó que “se deje de considerar el pensamiento femenino menos válido que el masculino”.
“Tampoco decimos que sea más válido porque no buscamos la igualdad a toda costa. Sabemos de nuestras diferencias, pero tenemos que conocernos todos como realmente somos para poder valorarnos”, afirmó.
Finalmente, ambas ponentes coincidieron en que, a día de hoy, se han producido avances individuales en materia de igualdad, pero “todavía se siguen arrastrando los roles patriarcales, por lo que la igualdad global “es una apuesta de futuro”.
“Claro que la mujer tiene un papel más relevante que hace unos años pero, por poner un ejemplo, si una pareja de jóvenes profesionales se casa y alguno se plantea abandonar su oficio para atender a la familia, sigue siendo ella”, concluyeron.

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