domingo, 25 de febrero de 2007

IU CONSIDERA QUE EL GOBIERNO ESTÁ OBLIGADO A CAMBIAR LOS ACUERDOS CON LA IGLESIA CATÓLICA

Desde Izquierda Unida de Cuenca vemos con mucha preocupación la sentencia emitida por el Tribunal Constitucional en el que avala el despido de una profesora de religión por su vida privada por lo que supone de afianzar los privilegios de la Iglesia católica en materia educativa y por que consideramos que va en contra de los derechos fundamentales de los trabajadores de la enseñanza de la Religión y de los ciudadanos en general.
Pensamos que esto debería obligar al Gobierno del PSOE a denunciar los Acuerdos con la Iglesia católica en materia de contratación de profesores de religión. "En un país aconfesional el gobierno no puede permitir que se pueda despedir a profesores de Religión, pagados con erario público, por causas como la estudiada en la sentencia, una mujer que vivía en pareja con un hombre que no era su marido”, comentó el Coordinador provincial de IU y candidato a la Alcaldía de Cuenca, Angel Luis Castellano Bobillo.
A juicio de Castellano Bobillo "el derecho a la libertad y la neutralidad religiosa del Estado se quebranta cuando es la Iglesia la que selecciona a personal para desarrollar funciones públicas con dinero público, estableciendo, además, unas relaciones contractuales cuasi feudales”.
“El gobierno del Sr. Zapatero y el partido que los sustenta, el PSOE, siguen prisioneros de unos acuerdos preconstitucionales firmados con un Estado extranjero, la Santa Sede, que favorece el aumento de la formación religiosa en las escuelas públicas de un Estado aconfesional y que impone sus criterios en el currículum y programación de la enseñanza”, afirmó el representante de IU, quien añadió que “por la misma regla de tres, podríamos hacer un convenio con Grecia y aumentar las horas de filosofía”
Es oportuno, por último, refrescar las palabras del creyente y teólogo Enrique Miret Magdalena, y que suscribimos totalmente, cuando decía que “ se impone que, si queremos vivir en un pais democrático, donde se fomente desde la escuela la tolerancia y la cultura plurales, y que aprendamos desde niños la convivencia de convicciones, no hay más remedio que volver al estudio de ese amplio panorama cultural-religioso del que está impregnada nuestra civilización, dejando la transmisión de la fe católica a la familia, la Iglesia y los grupos católicos”

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