El año que lleva en funcionamiento la Ley Antitabaco ha tenido efectos no sólo en restaurantes y centros de trabajo, sino que la Unidad de Deshabituación Tabáquica, del Hospital Virgen de la Luz de Cuenca, registró un incremento del 5 por ciento en el número de pacientes.
Según explicó su responsable, la doctora Maite Río, los pacientes, unos 250 al año, llegan derivados tanto de Atención Primaria como de especializada. El perfil del fumador que acude a esta consulta es una persona de entre 40 y 45 años de edad y asisten, indistintamente, hombres y mujeres. El tratamiento dura doce meses y el 50 por ciento de las personas que lo inician consigue dejar de fumar de forma habitual.Para la doctora Río, lo más notorio es que los pacientes cada vez acuden más concienciados a la consulta 'hemos notado que la gente está más concienciada y que y que acude a la consulta con muchos más criterios y consecuencia de saber el peligro que supone' y puntualizó que 'se ha notado sobre todo a principios de año, luego hemos mantenido una línea más o menos estabilizada'.En cuanto a las edades a las que se comienza a fumar, la responsable de esta unidad señaló que es en la adolescencia cuando mayor número de personas se enganchan al tabaco, sobre todo mujeres jóvenes. Sin embargo, a la hora de dejarlo, son hombres, mayores de cincuenta años y con problemas respiratorios quienes primero se interesan por este servicio.
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