jueves, 11 de mayo de 2006

Fomento lanza un órdago y promete el AVE Madrid-Valencia directo por Cuenca en 2009

La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, deshojó por fin este martes su particular margarita. Después de dos años de dimes y diretes, de palabras grandilocuentes, silencios intencionados y polémicas políticas con el PP sobre los plazos, por fin se ha avenido a fijar una fecha para la primera llegada de una línea de alta velocidad ferroviaria a la Comunidad, la Madrid-Valencia directa por Cuenca.La representante socialista eligió el programa «Los desayunos» de Radio Televisión Española para incluir entre un listado de altas velocidades por toda la geografía española una breve pero importante acotación sobre el referido AVE directo que unirá la primera y la tercera ciudades del Reino con la más moderna conexión ferroviaria de ancho europeo en 2009.Con esta afirmación se pretende zanjar un absurdo baile de declaraciones sobre los tiempos de ejecución de esta infraestructura, que comenzaron antes de la actual legislatura nacional, aunque puede que solamente abrigue y potencie otro debate inacabable.En aquella época, los socialistas, en la oposición en el Gobierno de España, reclamaban que el AVE estuviera en funcionamiento en 2007 con motivo de la Copa América. Los populares aguantaron las acometidas como pudieron hasta que las elecciones generales dieron un vuelco en la Moncloa. De esta forma, y una vez instalados en el poder, fueron los integrantes del PP quienes comenzaron a reclamar que la alta velocidad llegara a tiempo a la mejor competición de vela del mundo. Entonces, se sucedieron las excusas de los miembros del PSOE, quienes dijeron que «ahora» era imposible cumplir con sus anteriores exigencias porque los ministros populares no habían invertido lo suficiente.Zapatero, un paso al frenteDemagogias electorales aparte, fue el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien intentó, con la autoridad que acredita como máximo responsable político del Estado, fijar una fecha y cerrar la controversia. De esta forma, el 15 de enero de presente año, el también secretario general del PSOE aprovechó un mitin en la capital del Turia para proclamar que en el año 2010 «Valencia y Madrid estarán comunicadas por alta velocidad».El Consell, recelosoSu aseveración fue tomada por cautela por la Generalitat, que exigía y exige todavía hoy más concreciones que un simple titular mediático en la desesperada jungla del juego político.El conseller de Infraestructuras y Transportes, José Ramón García Antón, hizo la gran prueba. Ni corto ni perezoso, abrió el Boletín Oficial del Estado (BOE) y constató que la publicación de los contratos tiene fecha de finalización 2012.Los empresarios, vigilantesPor su parte, los empresarios integrantes del «lobby» Fundación Pro AVE, junto a la patronal y la Cámara de Comercio de Valencia, advirtieron a Rodríguez Zapatero que «vigilarían» su promesa, al tiempo que instaban al presidente del Gobierno a agilizar la llegada de la alta velocidad y adelantar un año los plazos, situándolos en 2009.Esta estimación empresarial no fue baladí. Sus propios informes y sondeos a empresas constructoras aseguran que, técnicamente, es viable, apreciación con la que coincide la Generalitat, siempre «que haya voluntad política» y se aceleren de inmediato los trámites administrativos pendientes y la ejecución de las obras actuales.El informe de la GeneralitatAjeno a esta nueva discusión, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, anunció ayer que el Ejecutivo autonómico enviará al Gobierno de España, antes del mes de septiembre, una propuesta de trazado del tren de alta velocidad Castellón-Tarragona, al objeto de culminar la plataforma de alta velocidad por el Corredor Mediterráneo español.Esta iniciativa, realizada durante la inauguración del IX Congreso de Turismo en Castellón, se enmarca en las reivindicaciones al Gobierno para el impulso y la inversión en una potente red ferroviaria de alta velocidad en todo el Arco Mediterráneo.En este sentido, el Ministerio de Fomento tiene decidido dotar a todo el Corredor Mediterráneo, a excepción del tramo Castellón-Tarragona, de cuatro vías, dos para el AVE y dos para mercancías. La reducción a la mitad en el citado itinerario producirá un inevitable cuello de botella en la circulación ferroviaria, dado que por ahí deberán pasar los trenes de Cercanías, los de Largo Recorrido, el AVE y los mercancías.Trazado por el interiorPor ello, la Conselleria está redactando un informe de trazado, diseñado por el interior en paralelo con la autovía de La Plana y que discurrirá sólamente por territorio de la Comunidad, que también será expuesto a Cataluña, dado que, donde terminará el trayecto castellonense, comenzará de nuevo el programado por el Ministerio para Tarragona y Barcelona.Para el jefe del Consell, el AVE Madrid-Alicante, Madrid-Valencia, Valencia-Castellón y Castellón-Tarragona son infraestructuras «fundamentales» para entender el desarrollo económico y social de España en su conjunto y del futuro del Arco Mediterráneo como polo de atracción y desarrollo de inversiones importantes. Por ello, exigió al Gobierno «todo el esfuerzo necesario» para acelerar al máximo las obras de inversión «en esta infraestructura tan necesaria».Ahora, sólo cabe esperar que el órdago lanzado por la ministra no sea un farol más en la pugna política y que el AVE se convierta en realidad un año antes de finalizar la década.

abc.es

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