viernes, 31 de marzo de 2006

Mientras el Estatuto catalán blinda el Ebro, Barreda consiente un nuevo trasvase del Tajo

La autorización por parte del Consejo de Ministros de un nuevo trasvase del Tajo al Segura de 38,5 hectómetros cúbicos, aún en el caso de que sea exclusivamente para abastecimiento humano, demuestra que Castilla-La Mancha es la única región solidaria y que mientras los separatistas catalanes, con la connivencia del PSOE, blindan el agua del Ebro, a nosotros se nos condena a seguir derivando agua del Tajo a otros territorios. Así lo ha manifestado el vicesecretario del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Alejandro Ballestero, quien acusa a Barreda de consentir esta situación en contra de los intereses de Castilla-La Mancha por no plantarse ante el gobierno de Zapatero.
Para Ballestero, el nuevo trasvase demuestra una vez más que el llamado acuerdo histórico del agua no fue más que un montaje propagadístico con el que el PSOE lleva un año intentando ocultar la realidad que padecemos. “Con este nuevo trasvase ya son más de trescientos hectómetros cúbicos los que se han derivado a las provincias del Levante, pese a la situación de extrema sequía que registra la región. Lo único que se está cumplido del acuerdo que firmaron Barreda y Narbona es que en esta legislatura no se van a tocar las reglas de explotación del Acueducto Tajo-Segura. Eso se está cumpliendo a rajatabla porque se han hecho todos los trasvases trimestrales establecidos por la ley”.


ENTREPEÑAS Y BUENDÍA: BARRO Y LODO
Y todo ello, según el dirigente regional del PP, a pesar de que la situación de los pantanos de Entrepeñas y Buendía es extrema y no contienen más que lodo y barro. “El Gobierno regional sabe que la situación es mucho peor de lo que quieren reconocer. El PP, en las actuales cicunstancias, no se opone al trasvase para consumo humano, pero sí a que nuestra región sea la única que deba hacerlo. Y es eso lo que denunciamos. Es difícil hacer comulgar a los ciudadanos con ruedas de molino, pero eso es lo que intentan Barreda y su gobierno continuamente. No se puede comprender que mientras se llevan el agua de la cabecera del Tajo, con los pantanos a menos del diez por ciento de su capacidad, el Ebro tira al mar en un mes el equivalente a diez años consecutivos de trasvases del Tajo al Segura. Eso no es razonable El gobierno socialista es trasvasista en Castilla-La Mancha y antitrasvasista en Aragón y Cataluña. Allí se somete a los dictados de los partidos nacionalistas radicales, pero aquí parece que el gobierno regional no pinta nada en las toma de decisiones de la dirección federal del PSOE y del gobierno de ZP”, afirma Alejandro Ballestero.
Además, el PP considera que Barreda consiente que haya trasvases en Castilla-La Mancha y no los haya en Aragón o Cataluña lo mismo que admite sumisamente que se venda el agua del Tajo a los regantes murcianos y no se haga lo mismo en ninguna otra parte de España. “Todo esto demuestra que el PSOE y los independentistas catalanes quieren que todos seamos solidarios menos ellos y que la solidaridad la practiquen las regiones menos desarrolladas”, opina Ballestero.

PLAN AGUA
Por si fuera poco, las obras del plan AGUA que se proyectaron hace dos años como alternativa a la derogación del trasvase del Ebro siguen sin ejecutarse, por lo que no hay ninguna razón para pensar que a medio o largo plazo podamos terminar con la hipoteca que pesa sobre el Tajo.
Ballestero considera un grave “sarcasmo que el Consejo de Ministros autorice un nuevo trasvase del Tajo justo al día siguiente de aprobarse en el Congreso el Estatuto de Autonomía de Cataluña, que blinda el uso del Ebro. Se ríen de nosotros y el gobierno regional lo permite. Y encima Barreda deja que los diputados nacionales del PSOE de Castilla-La Mancha voten a favor del Estatuto catalán. La irresponsabilidad no puede ser mayor”.

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