domingo, 7 de diciembre de 2008

La Asociación “CIUDADANOS POR LA REPÚBLICA” de Cuenca ha elaborado un manifiesto con motivo del 30º aniversario de la Constitución Española de 1978

El colectivo republicano conquense ha hecho público una Declaración para expresar su valoración en torno al vigesimotercer aniversario de la Constitución Española, fecha en la que quieren “renovar la crítica que merece esta institución jurídica que se pretendió como inmutable con la misma virtualidad heredada propia de un régimen que suponía que todo debe estar atado y bien atado”.
Constata la Asociación republicana en su Declaración que “La Constitución no es un mandato divino y ante los que así la conciben afirmamos aquí también nuestro laicismo”.
Las incapacidades del texto para solucionar los problemas que pretendía resolver “se agudizan en el mar de fondo de la crisis económica que mas allá de una coyuntura de crisis del capitalismo plantea a la reflexión política la organización misma del poder y organización de la sociedad”, según los republicanos conquenses.
Y continúa afirmando que “Cuando la Constitución vigente habla entonces de Estado de Derecho se convierte en papel mojado inútil porque la crisis demuestra que no estamos en un Estado de Derecho sino en un Estado de Mercado”. “Sabíamos que el capitalismo es un sistema injusto de robo y avaricia fundado en la fuerza de los más desaprensivos. Ahora la crisis nos confirma además que es el dominio y el poder de ineptos”, sigue diciendo la Declaración de la Asociación republicana conquense.
Por otra parte, afirman, “los responsables de la gestión política de aquella Constitución, y probablemente incluso deliberadamente los que la concibieron, han presentado la Monarquía como la institución clave de la libertad de los españoles cuya democracia han hecho derivar de una real voluntad, falseando sus antecedentes y ocultando su verdadero comportamiento”
“Han elevado a la Monarquía por encima del escrutinio público y del debate creando una práctica política propia de cortesanos complacientes que se reproduce en el ámbito mediático del país. Incluso penalizando con el Código Penal la opinión libre como injuria a la Corona”, se recoge en la Declaración republicana.
También hay una exigencia a la recuperación de la memoria histórica y critican a los responsables de la gestión política del régimen que “callan, es decir otorgan, o intentar mitigar con cobardes reservas y mezquinamente lo que no es más que una exigencia derivada de cualquier simple conciencia y sensibilidad humana”. ”Un vergonzoso y clamoroso olvido ante cuya salvaje enormidad no puede haber excusas ni términos medios que no sean indecentes”, añaden.
En consecuencia se plantea desde el colectivo republicano conquense la necesidad de un nuevo proceso constituyente proponiendo la República y una Constitución Republicana. “Pero siendo conscientes, afirman, que República no es únicamente un instrumento jurídico, una Constitución, ni un simple cambio de titularidad de la Jefatura del Estado sino un sistema de organización del poder, de la sociedad y de la ciudadanía que rebase la dominación del capital y el arbitrio de los poderosos”
“República es la construcción de una ciudadanía vigorosa que pone énfasis y valor en lo público, en la emancipación social, en la participación democrática radical y deliberativa, en la igualdad y la fraternidad, en la responsabilidad del pueblo y la virtud cívica, en la cultura y la educación. República, como Democracia, es el poder de los muchos y pobres”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Por que dejan todavía que se hagan reuniones de esta gente, es legal?

Anónimo dijo...

Pues sí, es perfectamente legal y lo es gracias a la Constitución que tanto denostan y desprecian.

Anónimo dijo...

¿Cómo?
La libertad de expresión y de reunión no viene gracias a la constitución española, viene en la carta mundial de derechos humanos.
Y los republicanos a quien denostamos y despreciamos es a la institución monárquica y a quien está lucrándose con ella; y eso es lo que queremos que de una vez acabe, porque mientras esté ahí ese anacronismo franquista seguiremos hablando de una falsa democracia.