Articulo de Opinión: La correcta gestión de los Residuos Industriales

Hace unos días el PSOE de Cuenca emprendía un ataque furibundo contra este concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Cuenca, culpándome de la situación en la que se encontraban varios puntos de la ciudad por la acumulación de residuos industriales (RI), incluidos los residuos de la construcción y demolición (RCD).
Los primeros y únicos culpables son los infractores, los que no cumplen con la ley. Y luego los que hacen demagogia barata, sin importarles que el buen nombre de Cuenca y de su Ayuntamiento cargue con lo que hacen mal algunos empresarios. ¿Tan desesperados están los socialistas? Pueden acusarme acaso de inmovilidad, de no enterarme, de no reunirme con los empresarios, de no incrementar y reorganizar la plantilla, de no cambiar las ordenanzas municipales o de no informar. Lo que no se anda en ocho años no se hace en dieciocho meses.
Fui el primero que en el mes de noviembre de 2007, en cuanto tuve noticia de la clausura del vertedero y de la escombrera, di la voz de alerta. El 19 de noviembre convoqué Comisión Informativa de Medio Ambiente dando cuenta del problema que se avecinaba. El 23 de ese mismo mes, me reuní con los empresarios en su sede. Por primera vez alguien les avisaba de la situación que se podría generar tras la clausura radical del vertedero y de la escombrera sin que hubiera una alternativa real y ajustada a la legalidad para la gestión de estos residuos. El 9 de enero de 2008, comparecí ante la Junta de Portavoces. Y no han sido las únicas reuniones ni acciones políticas.
No voy a entrar ahora en qué y como se han utilizado la veintena larga de millones de fondos comunitarios que han venido a la provincia en el último lustro de manos de la Junta, para infraestructuras de tratamiento de residuos y para sellar vertederos ilegales. Por cada uno que se sellaba sin una alternativa, aparecía, otro como las setas. No en vano un reciente informe de la fiscalía reconocía que Cuenca era la provincia con más vertederos ilegales.
Aunque la realidad es la misma en todos los municipios de la provincia, la situación es más acentuada en la capital por su amplio término municipal y por concentrar un importante número de industrias y actividades que generan residuos industriales. Tenemos en torno a unas cuatrocientas veinte, solo en los ocho polígonos hay doscientas ochenta.
Para los RCD’s, la semana pasada nos han vendido la enésima noticia de la resolución de la gestión de estos residuos en la provincia. Donde antes salían Muelas y Cenzano, ahora sale el solitario Ávila. A día de hoy, los productores de estos residuos en Cuenca y alrededores salvan la situación gracias a una mediación del Ayuntamiento de Cuenca y a la buena disposición de APYMEC (Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción y Afines de Cuenca) y de un empresario, asumiendo ellos un coste razonable.
Hay que recordar que el sector de la producción y transporte de RCD’s se mueve en la más absoluta precariedad en CLM, al no haber un decreto autonómico que regule la producción, posesión, transporte y tratamiento de los RCD’s. Algo que pido ya, urgentemente, por el grave problema ambiental que plantean. ¿Qué opción elegirán algunos entre verter en un solar o pagar el tratamiento en una Planta a 17 euros por tonelada? Si no hay control, registros ni autorizaciones
Para los RI haría falta una regulación mediante un Plan Regional de Gestión o, mejor una ley autonómica de residuos y decretos. El problema lo tienen todos los Ayuntamientos por proximidad y responsabilidad. Es muy fácil, que venga el Sr. consejero en helicóptero se haga unas fotos, hable del cambio climático, de hacer petróleo con la basura y se marche volando. Que luego el concejal le explique a los empresarios que lo que han hecho –una gran mayoría- durante años estaba mal; y que lo que era gratis, ahora supone un coste importante. Sí, ahora en plena crisis económica.
El Ayuntamiento va a por los infractores, la policía municipal y los inspectores están en alerta. Ellos –los infractores- son los únicos culpables de la situación.

Ángel Mariscal,

Concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Cuenca