Estimada compañera Bonilla:
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Leo su contestación a mis declaraciones en prensa mientras espero a que comience la sesión parlamentaria, levanto la vista, miro a su escaño y usted no está.
No es mi intención acusarla desvelando sus ausencias, pero entienda que no puedo consentir que me acuse de no defender los intereses de mis paisanos desde mi lugar en el Congreso de los Diputados, cuando usted ni siquiera está aquí. Y no lo niegue señora Bonilla, porque tan sólo hay que pedirle el correspondiente certificado al presidente del Congreso y comprobaremos la veracidad de las palabras de cada uno.
El que se ausente de los plenos y de las votaciones no es una circunstancia extraordinaria. Usted y yo lo sabemos. Por el contrario, es una costumbre, aunque de alguna manera hasta comprensible porque se le acumulan las “prioridades”, como las llama usted (portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Tarancón, jefa de Gabinete de la Sra. De Cospedal, diputada nacional, etc.).
Yo no dudo de su capacidad para desempeñar todos estos cargos, pero seguro que no tiene usted el don de la ubicuidad. Para mí, sin embargo, mi prioridad es el lugar en el que me pusieron los ciudadanos con su voto.
Respecto a la Proposición No de Ley que presentó el PP relativa a la autovía Cuenca-Teruel, se lo he explicado a usted y a sus compañeros del Partido Popular hasta la saciedad, pero parece que no se enteran o no se quieren enterar, porque están más interesados en hacer ruido que en atender a razones.
Yo no me opuse a su propuesta, que se quedaba sólo en plazos y decía textualmente: “El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a que de manera urgente y en el plazo máximo de tres meses, impulse la tramitación necesaria para que el tramo Teruel-Cuenca de la autovía A-40 sea valorado en relación a su posible impacto ambiental”.
Sencillamente, traté de exponerles a ustedes que, más que el hecho de fijar un plazo de tres o cuatro meses, me preocupaba que el Estudio de Impacto Ambiental de la Cuenca-Teruel, una infraestructura tan delicada desde el punto de vista del Medio Ambiente, fuera negativo. Por ese motivo, les propuse una enmienda de sustitución que decía: “El Congreso de los Diputados insta al Gobierno que, tras la remisión de los informes medioambientales de las Comunidades Autónomas de Castilla-La Mancha, Aragón y la Comunidad Valenciana, valore el impacto ambiental de la autovía A-40 en su tramo Cuenca-Teruel, apruebe el correspondiente Estudio Informativo y defina el trazado de dicha autovía para iniciar, con carácter inmediato, la redacción del proyecto consultivo”.
Como ve, yo les propuse a sus compañeros, los Sres. Lazuela y Madero (usted no estaba) ir más allá y no quedarnos sólo en el estudio de impacto ambiental, sino pedir también el impulso del estudio informativo y de la redacción del proyecto, que es lo realmente importante.
Mi deseo era alcanzar el consenso, a pesar de que no pertenezco a la Comisión de Fomento en la que se debatió este tema, pero pedí a mi Grupo Político estar presente para poder defender un asunto que afecta a mi provincia y a mis paisanos. Fue imposible pactar con ustedes, lo que lamento de verdad.
No obstante, antes de la votación, presenté otra enmienda para intentar de nuevo alcanzar el acuerdo. Esta segunda decía: “El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a que de manera urgente, impulse la tramitación necesaria para que el tramo Cuenca-Teruel de la autovía A-40, sea valorado en relación a su posible impacto ambiental, apruebe el correspondiente Estudio Informativo y defina el trazado de dicha autovía para iniciar, con carácter inmediato la redacción del proyecto constructivo”.
¿Qué dificultad tenía mi propuesta que era más comprometida para el Gobierno de España?, ¿por qué no la apoyaron? Lo dicho: Su partido no pretendía más que hacer ruido y enredar.
Por tanto, no es de recibo, señora Bonilla, que diga que yo no apoyo a Cuenca, porque la gente me conoce y sabe que trabajo en la defensa de lo que creo conducirá a nuestra tierra, de la los dos, hacia un progreso, un desarrollo y un bienestar mayor.
Sus acusaciones me reafirman más en que lo único que pretenden ustedes es que “el árbol no deje ver el bosque”, y ningunear el millón de euros que el Grupo Socialista reclamó en una enmienda firmada por mí y que el Gobierno ha admitido, dejándoles ustedes sin discurso victimista.
Acabo estas líneas y vuelvo a mirar a su escaño: usted sigue sin estar presente. De nuevo le insisto en que no es mi intención descalificarla, también están ausentes otros compañeros de mi Grupo Parlamentario (por actitudes como esta nos meten a todos en el mismo saco) pero le pido que se abstenga de cuestionar mi compromiso hasta que no tenga claro el suyo.
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Leo su contestación a mis declaraciones en prensa mientras espero a que comience la sesión parlamentaria, levanto la vista, miro a su escaño y usted no está.No es mi intención acusarla desvelando sus ausencias, pero entienda que no puedo consentir que me acuse de no defender los intereses de mis paisanos desde mi lugar en el Congreso de los Diputados, cuando usted ni siquiera está aquí. Y no lo niegue señora Bonilla, porque tan sólo hay que pedirle el correspondiente certificado al presidente del Congreso y comprobaremos la veracidad de las palabras de cada uno.
El que se ausente de los plenos y de las votaciones no es una circunstancia extraordinaria. Usted y yo lo sabemos. Por el contrario, es una costumbre, aunque de alguna manera hasta comprensible porque se le acumulan las “prioridades”, como las llama usted (portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Tarancón, jefa de Gabinete de la Sra. De Cospedal, diputada nacional, etc.).
Yo no dudo de su capacidad para desempeñar todos estos cargos, pero seguro que no tiene usted el don de la ubicuidad. Para mí, sin embargo, mi prioridad es el lugar en el que me pusieron los ciudadanos con su voto.
Respecto a la Proposición No de Ley que presentó el PP relativa a la autovía Cuenca-Teruel, se lo he explicado a usted y a sus compañeros del Partido Popular hasta la saciedad, pero parece que no se enteran o no se quieren enterar, porque están más interesados en hacer ruido que en atender a razones.
Yo no me opuse a su propuesta, que se quedaba sólo en plazos y decía textualmente: “El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a que de manera urgente y en el plazo máximo de tres meses, impulse la tramitación necesaria para que el tramo Teruel-Cuenca de la autovía A-40 sea valorado en relación a su posible impacto ambiental”.
Sencillamente, traté de exponerles a ustedes que, más que el hecho de fijar un plazo de tres o cuatro meses, me preocupaba que el Estudio de Impacto Ambiental de la Cuenca-Teruel, una infraestructura tan delicada desde el punto de vista del Medio Ambiente, fuera negativo. Por ese motivo, les propuse una enmienda de sustitución que decía: “El Congreso de los Diputados insta al Gobierno que, tras la remisión de los informes medioambientales de las Comunidades Autónomas de Castilla-La Mancha, Aragón y la Comunidad Valenciana, valore el impacto ambiental de la autovía A-40 en su tramo Cuenca-Teruel, apruebe el correspondiente Estudio Informativo y defina el trazado de dicha autovía para iniciar, con carácter inmediato, la redacción del proyecto consultivo”.
Como ve, yo les propuse a sus compañeros, los Sres. Lazuela y Madero (usted no estaba) ir más allá y no quedarnos sólo en el estudio de impacto ambiental, sino pedir también el impulso del estudio informativo y de la redacción del proyecto, que es lo realmente importante.
Mi deseo era alcanzar el consenso, a pesar de que no pertenezco a la Comisión de Fomento en la que se debatió este tema, pero pedí a mi Grupo Político estar presente para poder defender un asunto que afecta a mi provincia y a mis paisanos. Fue imposible pactar con ustedes, lo que lamento de verdad.
No obstante, antes de la votación, presenté otra enmienda para intentar de nuevo alcanzar el acuerdo. Esta segunda decía: “El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a que de manera urgente, impulse la tramitación necesaria para que el tramo Cuenca-Teruel de la autovía A-40, sea valorado en relación a su posible impacto ambiental, apruebe el correspondiente Estudio Informativo y defina el trazado de dicha autovía para iniciar, con carácter inmediato la redacción del proyecto constructivo”.
¿Qué dificultad tenía mi propuesta que era más comprometida para el Gobierno de España?, ¿por qué no la apoyaron? Lo dicho: Su partido no pretendía más que hacer ruido y enredar.
Por tanto, no es de recibo, señora Bonilla, que diga que yo no apoyo a Cuenca, porque la gente me conoce y sabe que trabajo en la defensa de lo que creo conducirá a nuestra tierra, de la los dos, hacia un progreso, un desarrollo y un bienestar mayor.
Sus acusaciones me reafirman más en que lo único que pretenden ustedes es que “el árbol no deje ver el bosque”, y ningunear el millón de euros que el Grupo Socialista reclamó en una enmienda firmada por mí y que el Gobierno ha admitido, dejándoles ustedes sin discurso victimista.
Acabo estas líneas y vuelvo a mirar a su escaño: usted sigue sin estar presente. De nuevo le insisto en que no es mi intención descalificarla, también están ausentes otros compañeros de mi Grupo Parlamentario (por actitudes como esta nos meten a todos en el mismo saco) pero le pido que se abstenga de cuestionar mi compromiso hasta que no tenga claro el suyo.
Luis Carlos Sahuquillo
Diputado nacional del PSOE
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