César Jiménez ha salido en hombros en el segundo festejo de la Feria de San Julián en Cuenca, un espectáculo condicionado por la falta de fuerza de la corrida de Jesulín de Ubrique, que le ha impedido terminar de desarrollar la buena condición que se le atisbaba.El torero madrileño anduvo muy dispuesto toda la tarde y si al primero consiguió sostenerlo y muletearlo con suavidad para rematarlo de buena estocada, con el cuarto hubo de meterse entre los pitones con determinación para acabar cortando la oreja que le abría la Puerta Grande.
Talavante faenó decidido con su lote. A su primero pudo cortarle la oreja de haber manejado la espada con más celeridad mientras que en el quinto el presidente no atendió la petición. Luque por su parte realizó un esfuerzo infructuoso con el lote de menos opciones
Plaza de toros de Cuenca. Segunda de feria. Casi lleno. Toros de Jesús Janeiro, nobles y con calidad pero algunos ejemplares con muy poca fuerza. César Jiménez, oreja y oreja; Alejandro Talavante, aplausos y ovación; Daniel Luque, ovación y silencio.
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