lunes, 3 de marzo de 2008

La FAP colabora en la exposición “Ruedo Ibérico” organizada por el Instituto Cervantes en París

La Fundación Antonio Pérez (FAP) ha cedido ocho cuadros de Saura, Arroyo, Francisco Mateo y Ortega para la exposición “Ruedo Ibérico, un desafío intelectual” organizada por el Instituto Cervantes en París. La muestra, formada en su mayor parte por material editorial, fue inaugurada en la sede que el Instituto Cervantes posee en la capital francesa con una mesa redonda en la que participó el presidente de honor de la FAP, Antonio Pérez, junto a personajes relevantes vinculados a Ruedo Ibérico como Jorge Semprún, Nicolás Sánchez Albornoz y Francoise Maspero. El acto también contó con la presencia del embajador de España en Francia, Francisco Villar y Ortiz de Urbina; y el director del Instituto Cervantes en París, Enrique Camacho.
La exposición permanecerá en París hasta el 4 de abril y abrirá sus puertas al público en Londres el día 22 de abril. Milán será el siguiente destino de la muestra en fechas aún por determinar.
La participación de la FAP en esta exposición organizada por el Instituto Cervantes de París se enmarca en el proceso de internacionalización de la Fundación con la que proyectar la imagen de Cuenca en el exterior. En este sentido, los representantes de la FAP aprovecharon su estancia en París con motivo de la exposición sobre “Ruedo Ibérico” para continuar con las gestiones encaminadas a conseguir que la FAP disponga de una sede en la capital francesa situada en “Les Bouquinistes” junto al Sena.
Ruedo Ibérico se fundó en 1961 en París, por cinco refugiados españoles provenientes de horizontes políticos diversos, pero unidos en el convencimiento de que había que combatir por todos los medios la dictadura franquista. La exposición rinde homenaje a quienes se esforzaron en recuperar la memoria y deslegitimar la opresiva arquitectura ideológica que el franquismo levantó, recorre la historia de un proyecto fundado al margen de partidos políticos, comprometido con la libertad y el rigor hasta las últimas consecuencias democráticas. «Radicalmente libre y radicalmente riguroso: nada más, pero nada menos», concluía la presentación del primer número de Cuadernos de Ruedo Ibérico firmada por Jorge Semprún y José Martínez, una frase en la que queda resumido el ideario de la editorial. A los veinte años de su desaparición, Ruedo ibérico se muestra como una pequeña historia de la oposición antifranquista.

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