martes, 12 de febrero de 2008

Valiente: “Pedro Mercedes fue un hombre que supo hacerse a sí mismo”

El delegado de la Junta en Cuenca, Ángel Valiente, trasladó hoy el pésame del Gobierno de Castilla-La Mancha a los familiares y amigos del alfarero conquense Pedro Mercedes, fallecido este mediodía a los 97 años de edad.

Valiente, que asistió al tanatorio de La Paz acompañado por los delegados de Cultura y Turismo, Sixto Pozo y José María Pastor, respectivamente, calificó a este singular artista como “un hijo del pueblo más llano”, pues recordó que su padre era asentador de frutas en calle Carretería.

Para el delegado de la Junta éste es “un día triste” en el que nos deja “un hombre que, ante todo, supo hacerse a sí mismo”. En este sentido, Valiente señaló que la penuria socioeconómica en la que estaba inmersa el país en la primera mitad del siglo XX fue el caldo de cultivo del que surgió una “enorme ebullición intelectual y artística”.

Junto a artistas de la talla de Alberto Sánchez, Benjamín Palencia, Ángel González, Antonio Gades, Pepe Hierro o Diego Jesús Jiménez, para Valiente “Pedro Mercedes es un hombre ligado a esta efervescencia intelectual que, por cosas del destino, descubre que puede hacer algo más que botijos o platos”.

“El resultado es un conjunto de obras de arte que con su humilde clavo y su navaja empieza a rallar, dejando para disfrute de esta tierra un importante legado”, añadió.

Aunque hizo sus “pinitos” en el mundo del toreo, no llegaba a la edad de 10 años cuando quedó deslumbrado por el oficio de alfarero. De hecho, asistió a la Escuela de Artes y Oficios, de la Diputación Provincial, bajo la tutela del pintor y escultor conquense, Fausto Culebras, “de quien quizá sacó su chispa”.

Su trabajo es alabado por grandes artistas e intelectuales, pero la frase que más ha elogiado a Pedro es la que le dijo su fiel ayudante de siempre en el alfar, José Martínez: “Pedro yo hago el cuerpo de los cacharros, para que tu les pongas el alma”.
Su obra se convierte en una cerámica de autor, lejos y a la vez cerca de los focos principales de la tradición popular de Cuenca, donde el raspado sobre negro ha creado escuela y dado renombre a la alfarería conquense.
Entre las distinciones que le han sido concedidas, destaca el título de “Manchego del Año”, en 1982; “Popular del Año” por el Diario de Cuenca, en 1985; la Junta de Comunidades de Castilla- La Mancha expone su obra en la Mezquita de las Tornerías (Toledo) bajo el titulo "Gracias Maestro", en 1991; el Instituto Politécnico recibe el nombre de "Pedro Mercedes", en 1993; es nombrado "Conquense del año" por la Casa de Cuenca en Barcelona, en 1994; se le concede la "Medalla de Oro de Castilla-La Mancha", en 1988; recibe la “Medalla de Oro de la Ciudad de Cuenca, en 1989; y un instituto de la capital conquense recibe su nombre, IES Pedro Mercedes, entre otros.

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