jueves, 31 de enero de 2008

El director del IVICAM señaló que el acuerdo alcanzado por los ministros de Agricultura de la U.E. recoge la mayoría de las medidas solicitadas

El director del Instituto de la Vid y del Vino de Castilla-La Mancha (IVICAM), Alipio Lara, destacó ayer el papel que ha jugado el Gobierno regional en las negociaciones de la reforma de la OCM del vino, que ha permitido que “el eje radicular de la reforma haya pasado de ser el arranque de muchísimas hectáreas, a ser la ayuda a los viticultores y la promoción”.
Lara, que asistió hoy en Cuenca junto con el delegado de Agricultura, José María Ayanz, a una jornada informativa sobre la OCM del vino con bodegueros y cooperativistas, subrayó que “la ayuda directa a los viticultores, por primera vez en la historia, y la promoción de nuestros productos vitivinícolas han sido los dos ejes fundamentales de la nueva reforma”.
El director del IVICAM señaló que el acuerdo alcanzado por los ministros de Agricultura de la Unión Europea el pasado 19 de diciembre recoge la mayoría de las medidas solicitadas por España y por Castilla-La Mancha, asegurando que “hemos logrado la mejor reforma para los intereses de nuestra región”.
En este sentido, resaltó el esfuerzo realizado durante estos casi dos años por el Gobierno regional, que ha estado trabajando en todo momento junto con el Ministerio de Agricultura y el propio sector con el fin de garantizar el futuro de la vitivinicultura castellano-manchega.
Durante su intervención, Alipio Lara se refirió a los principales aspectos de la reforma que afectan a Castilla-La Mancha, entre los que resaltó la consecución de una ayuda directa al viticultor.
Así, con la nueva OCM se podrán conceder ayudas directas a los agricultores, dentro del régimen de pago único, y se ha conseguido un período transitorio máximo de cuatro años para una adaptación armoniosa del sector a la eliminación de las ayudas al mosto y al alcohol de uso de boca.
El arranque de viñedo deja de ser el eje de la reforma para convertirse en una medida de carácter social y recoge la prioridad para los casos de arranque del total de la explotación vitícola y para los viticultores de más de 55 años de edad.
“Tenemos que ayudar dignamente a los que se quieran ir, pero también fundamentalmente a los que se quieran quedar en el sector”, significó Lara, un aspecto que calificó como “muy importante” y que finalmente han comprendido los dirigentes de la Unión Europea.
Además, la reforma vitivinícola introduce, por primera vez, la posibilidad de financiar medidas de promoción en mercados de países terceros, lo que contribuirá a mejorar la competitividad de nuestros vinos en los mercados internacionales.
En este punto, el director del IVICAM aseveró que“necesitamos gastarnos dinero en promoción para que la gente conozca nuestros productos”.
También se ha conseguido reducir de forma importante las cantidades anuales a transferir para programas de desarrollo rural durante el período 2009-2015, y se han ampliado las medidas del sobre nacional con el objetivo de estabilizar la renta de los viticultores, fomentar procesos de producción respetuosos con el medio ambiente y que mejoren la calidad, mejorar nuestra competitividad y prevenir de forma eficaz situaciones de crisis.
Lara puso de manifiesto que Castilla-La Mancha tiene mucho que ver con la cultura que gira entorno al vino, pues alberga 600.000 hectáreas de viñedo que requieren para su cuidado unos nueve millones de jornales y mantienen a decenas de miles de familias.
Finalmente, no quiso dejar pasar el que la viticultura es la mejor cubierta verde para evitar la desertización, por lo que “eliminar gran parte de esta cubierta vegetal sería exponer nuestro medio ambiente”. Del mismo modo, indicó que es un cultivo social que influye en el arraigo de nuestra población en el medio rural.

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