RESOLUCIÓN DEL ÁREA DE LA MUJER DE IZQUIERDA UNIDA DE CUENCA SOBRE EL ABORTO
No es posible que estemos en pleno siglo XXI, sin embargo la vista no nos engaña cuando abrimos la prensa y, a pesar de nuestra sorpresa, los titulares que leemos pertenecen al mes de enero de 2007, a hace unos días, a ayer o a hoy mismo.
Ni el gobierno ni el mayor partido de la oposición son capaces de hacer nada sensato con el asunto del aborto en este país. Asunto que afecta a las mujeres y que tiene que ver, como muchos otros temas, con la falta de responsabilidad, de atención, de dotación económica suficiente, de interés en materia social, en definitiva de dejación, de no cumplir con el trabajo.
Los políticos del PSOE y los del PP no están interesados en gobernar para todos en condiciones de igualdad, libertad y respeto, prueba de esto es cómo están de brazos cruzados ante los últimos acontecimientos, permitiendo que se lleven a los tribunales a mujeres y a clínicas por abortar, por ejercer un derecho (la actual ley permite el aborto bajo tres supuestos).
La sanidad pública debería atender con toda normalidad los abortos igual que atiende otras operaciones legales, como no lo hace, las clínicas privadas aprovechan para realizar su trabajo legal. En este país cuando no había educación pública los centros concertados y privados se pusieron las botas, no por ello eran malos colegios, realizaban un trabajo que el estado no podía o no quería hacer. Hoy pasa lo mismo con el aborto, con la peculiaridad añadida de que la ley se queda obsoleta respecto a la actual situación de los progresos sociales, culturales y políticos.
Una ley de plazos estaría bien, pero lo que realmente estaría bien es desenmascarar el aborto, acabar de una vez con el halo de delito, de culpabilidad, de oscurantismo, de pecado, que suele rodear todo lo tocante a este tema. Hay que normalizar el lenguaje y la situación por favor, que estamos hablando de derechos y libertades no de cielos ni infiernos, estamos ante hechos sociales, políticos no religiosos ni confesionales. Se trata de mujeres, que no sólo por ser violadas, porque el feto esté malformado o porque corra grave riesgo su vida física o psíquica, tienen que tener reconocido su derecho a decidir sobre su vida, su presente y su futuro. Y deben hacerlo sin esconderse de nada.
Últimamente vuelve a ser muy elevado el número de embarazos no deseados entre adolescentes, ¿para cuándo una buena educación sexual en los institutos?, ¿hasta cuándo se va a seguir exigiendo receta para la píldora del día después? Si una de estas adolescentes fuera de Cuenca o una mujer adulta que viviera en esta comunidad autónoma no dispondría de clínicas en las que ejercer su derecho, y se toparía con la falsa objeción de conciencia de los profesionales de los hospitales públicos, quienes negándose a practicar el aborto violan derechos de los ciudadanos que están por encima de las apreciaciones personales. Las mujeres de Castilla La Mancha ejercen sus derechos fuera de esta comunidad porque las administraciones públicas con competencias en sanidad no realizan su trabajo, no asumen sus responsabilidades generando, por incompetentes, inseguridad, desigualdad y confusión ciudadanas.
Menos mal que ya somos todos iguales sino podríamos pensar que las mujeres no votamos. O no contamos, que es lo mismo.
IU
No es posible que estemos en pleno siglo XXI, sin embargo la vista no nos engaña cuando abrimos la prensa y, a pesar de nuestra sorpresa, los titulares que leemos pertenecen al mes de enero de 2007, a hace unos días, a ayer o a hoy mismo.
Ni el gobierno ni el mayor partido de la oposición son capaces de hacer nada sensato con el asunto del aborto en este país. Asunto que afecta a las mujeres y que tiene que ver, como muchos otros temas, con la falta de responsabilidad, de atención, de dotación económica suficiente, de interés en materia social, en definitiva de dejación, de no cumplir con el trabajo.
Los políticos del PSOE y los del PP no están interesados en gobernar para todos en condiciones de igualdad, libertad y respeto, prueba de esto es cómo están de brazos cruzados ante los últimos acontecimientos, permitiendo que se lleven a los tribunales a mujeres y a clínicas por abortar, por ejercer un derecho (la actual ley permite el aborto bajo tres supuestos).
La sanidad pública debería atender con toda normalidad los abortos igual que atiende otras operaciones legales, como no lo hace, las clínicas privadas aprovechan para realizar su trabajo legal. En este país cuando no había educación pública los centros concertados y privados se pusieron las botas, no por ello eran malos colegios, realizaban un trabajo que el estado no podía o no quería hacer. Hoy pasa lo mismo con el aborto, con la peculiaridad añadida de que la ley se queda obsoleta respecto a la actual situación de los progresos sociales, culturales y políticos.
Una ley de plazos estaría bien, pero lo que realmente estaría bien es desenmascarar el aborto, acabar de una vez con el halo de delito, de culpabilidad, de oscurantismo, de pecado, que suele rodear todo lo tocante a este tema. Hay que normalizar el lenguaje y la situación por favor, que estamos hablando de derechos y libertades no de cielos ni infiernos, estamos ante hechos sociales, políticos no religiosos ni confesionales. Se trata de mujeres, que no sólo por ser violadas, porque el feto esté malformado o porque corra grave riesgo su vida física o psíquica, tienen que tener reconocido su derecho a decidir sobre su vida, su presente y su futuro. Y deben hacerlo sin esconderse de nada.
Últimamente vuelve a ser muy elevado el número de embarazos no deseados entre adolescentes, ¿para cuándo una buena educación sexual en los institutos?, ¿hasta cuándo se va a seguir exigiendo receta para la píldora del día después? Si una de estas adolescentes fuera de Cuenca o una mujer adulta que viviera en esta comunidad autónoma no dispondría de clínicas en las que ejercer su derecho, y se toparía con la falsa objeción de conciencia de los profesionales de los hospitales públicos, quienes negándose a practicar el aborto violan derechos de los ciudadanos que están por encima de las apreciaciones personales. Las mujeres de Castilla La Mancha ejercen sus derechos fuera de esta comunidad porque las administraciones públicas con competencias en sanidad no realizan su trabajo, no asumen sus responsabilidades generando, por incompetentes, inseguridad, desigualdad y confusión ciudadanas.
Menos mal que ya somos todos iguales sino podríamos pensar que las mujeres no votamos. O no contamos, que es lo mismo.
IU
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