lunes, 30 de julio de 2007

LA SUPERVIVENCIA DEL TREN CONVENCIONAL PASA POR RECUPERAR LA INVERSIÓN COMPROMETIDA EN PRESUPUESTOS Y EN SU INTEGRACIÓN URBANA EN LA CIUDAD DE CUENCA

Al año 1995, apenas 12 años, hay que remontarse para encontrar el estudio financiado por la Diputación de Cuenca, que definía perfectamente las medidas a adoptar para conseguir que la línea férrea de Cuenca jugara un papel importante en el transporte de mercancías y para determinados segmentos del tráfico de viajeros en el triángulo Madrid, Valencia, Barcelona. La inversión necesaria era entonces de unos 35 mil millones de pesetas, cantidad que como consecuencia de la presión realizada hasta entonces por diferentes organizaciones entre las que estaba Izquierda Unida de Cuenca, quedó reflejada en los Presupuestos Generales del Estado del año 2.000, en los que existía una partida de 18.450 millones de pesetas en la parte correspondiente a Castilla la Mancha y de 16.400 millones en la parte correspondiente a la Comunidad Valenciana. Pero tras el acuerdo de enero de 2001, para que el AVE pasara por Cuenca y la actitud política del PSOE y del PP, arruinaron esas previsiones. Seguimos asistiendo a declaraciones poco clarificadoras, a actuaciones dispersas y a incertidumbres sobre el futuro de la línea de ferrocarril que es necesario despejar para garantizar su viabilidad futura y su correcta integración en la capital de la provincia. Desde Izquierda Unida planteamos que se cumplan las previsiones del estudio elaborado por la Diputación en 1995 y el compromiso de realizar un estudio informativo, para el que había consignación económica en los presupuestos generales del Estado del año 2005, para la integración del ferrocarril en la ciudad de Cuenca. Defendemos una solución correcta a la red ferroviaria en el interior del casco urbano, soterrando el pasillo actual ferroviario, situando la estación de viajeros para todo tipo de trenes en el centro de la ciudad y construyendo una ciudad del transporte a la que pueda acceder el ferrocarril convencional en la zona de La Melgosa, cercana a la zona industrial. No es necesario expresamente privatizar la línea y destinarla únicamente al transporte de mercancías, cuestión ésta además problemática pues tiene dos tramos importantes, (Utiel - Valencia y Aranjuez – Madrid), con un tráfico muy importante de servicios de cercanías. Además no podemos olvidar que esta solución, a la que ya parece que nos quieren conducir irremediablemente, creando un estado de opinión a tenor de las numerosas declaraciones de dirigentes políticos y empresariales, provocaría una gran paradoja: acabar con el tráfico de viajeros y dejar la línea férrea para mercancías en superficie y soterrar el paso a nivel de Diego Jimenez. Desde Izquierda Unida seguimos defendiendo que la solución a los problemas de accesibilidad, aparcamiento y falta de espacios públicos para los barrios próximos a los terrenos ferroviarios no pasa por soterrar a las personas sino el tren, como defienden desde la Asociación de Vecinos de Casablanca, y si por un cambio de orientación, apertura del debate ciudadano y la lucha por el futuro del tren, integrándolo en la ciudad y no alejándolo cuatro kilómetros, sin perder de vista los intereses especulativos inmobiliarios que rodean al convenio del Ayuntamiento con el Adif.

No hay comentarios: