Maribel Moreno ha completado unos Campeonatos de España sensacionales al adjudicarse también la prueba en línea, con 1-38 de ventaja sobre un pequeño grupo comandado por Marta Vilajosana (Cataluña) y Aranzazu Azpiroz (Euskadi), que se hacían con la plata y el bronce, mientras que en el puesto 16 entraba la vasca Mireia Epelde, la mejor sub-23.
Y es que la aragonesa ya había ganado ayer la crono, convirtiéndose en la tercera corredora en realizar el doblete –Izaskun Bengoa en 1997 y Dori Ruano en 2001 la habían precedido-, así como en la primera en los últimos años en encadenar tres títulos en línea consecutivos.
Y la tarea no era fácil, puesto que el recorrido de 108 kilómetros tan sólo tenía una subida que pudiera romper la carrera y no era demasiado larga, apenas dos kilómetros. Eso sí, los tramos “pestosos” se sucedían antes de esa “tachuela”, ubicada en el kilómetro 70.
Todo el mundo sabía, pues, que ese sería el momento decisivo y casi nadie quiso cambiar el guión preestablecido. Tan sólo destacar una escapada de Naiara Telletxea (Euskadi), Teresa Costa (Cataluña) y Alicia Palop (Comunidad Valenciana), del 31 al 42, con una máxima de 38 segundos, y otra de Telletxea, nuevamente, con Susana Pascual (Comunidad Valenciana), que se producía en el 57, uniéndose en el 69 Anna Henestrosa (Cataluña), Aranzazu Azpiroz (Euskadi) y Leticia Gil (Extremadura), que moría justo en la subida, cuando atacaba Ana Belén García, otra escaladora que sabía de la oportunidad del momento.
Poco después era Moreno quien demarraba, mientras que el pelotón no podía reaccionar y se cortaba en dos subgrupos, de diez unidades cada uno. Juntas ya la aragonesa y la manchega, la compañía duraba poco, puesto que García perdía levemente contacto en un par de curvas en el descenso -¡qué lástima que esta corredora no baje tan bien como sube!- y Moreno prefería jugársela en solitario, como si se tratase de una crono, en los treinta kilómetros finales.
Por detrás cuatro vascas –María Gallastegui, Ione Mujika, Agurtzane Elorriaga y Azpiroz-, tres catalanas –Vilajosana, Costa y Henestrosa-, una navarra –Iosune Murillo-, una madrileña –Gema Pascual- y una gallega –Bibiana González-. Y sobre todo una incógnita: saber si pesaría más la potencia de la aragonesa en un terreno muy ondulado o la organización de la selección vasca para la caza.
Pero Maribel estaba muy fuerte: en los primeros ocho kilómetros ya llevaba 40 segundos, que disminuyeron a 35 cuando el primer grupo alcanzaba a García, pero que aumentaron a 45 en cuanto el perfil se endureció, siendo de 55 a diez de meta, de 1-15 a cinco, y de 1-38 en Cuenca.
Euskadi porfió por cazar, pero sin resultado. Y fue en la parte final cuando ya dejaron, por imposible, el trabajo de conjunto para intentarlo con demarrajes que no pudieron acabar con ese desenlace al sprint, en el que Azpiroz no pudo meter todo el desarrollo necesario por una avería en el desarrollo, aunque se llevase el bronce, por detrás de Vilajosana y por delante de Gema Pascual y Bibiana.
La catalana comentaba que “me sabe mejor este segundo puesto que el de ayer, porque ha estado mucho más claro que ayer que Maribel haya sido muy superior”. La vasca, por su parte, añadía que “sabíamos donde iba a atacar Maribel, pero no hemos podido hacer nada, ni para seguirla entonces, ni para luego cazarla, aunque se ha hecho un gran trabajo de equipo”.
Por detrás el segundo grupo perdía muchos minutos, hasta cinco en la línea de llegada, con una leve avanzadilla de Belén López, Palop y Gil, en el que estaba Epelde, la nueva campeona sub-23. que superaba a Patricia Pérez y Anna Sanchis, que viajaban en ese grupo.
La ciclista de Azpeitia (29 de octubre de 1985) nos comentaba que “la idea era intentar aguantar en el grupo de cabeza. Pero no ha podido ser. La ventaja es que ninguna sub-23 ha entrado delante, por lo que nos hemos vigilado. Sanchis no es muy rápida y para ganar tenía que saltar antes de meta, por lo que he vigilado su rueda. En cuanto a Patricia, la he visto flojear un par de veces y pensaba que podía superarla como así ha sido”.
Y es que la aragonesa ya había ganado ayer la crono, convirtiéndose en la tercera corredora en realizar el doblete –Izaskun Bengoa en 1997 y Dori Ruano en 2001 la habían precedido-, así como en la primera en los últimos años en encadenar tres títulos en línea consecutivos.
Y la tarea no era fácil, puesto que el recorrido de 108 kilómetros tan sólo tenía una subida que pudiera romper la carrera y no era demasiado larga, apenas dos kilómetros. Eso sí, los tramos “pestosos” se sucedían antes de esa “tachuela”, ubicada en el kilómetro 70.
Todo el mundo sabía, pues, que ese sería el momento decisivo y casi nadie quiso cambiar el guión preestablecido. Tan sólo destacar una escapada de Naiara Telletxea (Euskadi), Teresa Costa (Cataluña) y Alicia Palop (Comunidad Valenciana), del 31 al 42, con una máxima de 38 segundos, y otra de Telletxea, nuevamente, con Susana Pascual (Comunidad Valenciana), que se producía en el 57, uniéndose en el 69 Anna Henestrosa (Cataluña), Aranzazu Azpiroz (Euskadi) y Leticia Gil (Extremadura), que moría justo en la subida, cuando atacaba Ana Belén García, otra escaladora que sabía de la oportunidad del momento.
Poco después era Moreno quien demarraba, mientras que el pelotón no podía reaccionar y se cortaba en dos subgrupos, de diez unidades cada uno. Juntas ya la aragonesa y la manchega, la compañía duraba poco, puesto que García perdía levemente contacto en un par de curvas en el descenso -¡qué lástima que esta corredora no baje tan bien como sube!- y Moreno prefería jugársela en solitario, como si se tratase de una crono, en los treinta kilómetros finales.
Por detrás cuatro vascas –María Gallastegui, Ione Mujika, Agurtzane Elorriaga y Azpiroz-, tres catalanas –Vilajosana, Costa y Henestrosa-, una navarra –Iosune Murillo-, una madrileña –Gema Pascual- y una gallega –Bibiana González-. Y sobre todo una incógnita: saber si pesaría más la potencia de la aragonesa en un terreno muy ondulado o la organización de la selección vasca para la caza.
Pero Maribel estaba muy fuerte: en los primeros ocho kilómetros ya llevaba 40 segundos, que disminuyeron a 35 cuando el primer grupo alcanzaba a García, pero que aumentaron a 45 en cuanto el perfil se endureció, siendo de 55 a diez de meta, de 1-15 a cinco, y de 1-38 en Cuenca.
Euskadi porfió por cazar, pero sin resultado. Y fue en la parte final cuando ya dejaron, por imposible, el trabajo de conjunto para intentarlo con demarrajes que no pudieron acabar con ese desenlace al sprint, en el que Azpiroz no pudo meter todo el desarrollo necesario por una avería en el desarrollo, aunque se llevase el bronce, por detrás de Vilajosana y por delante de Gema Pascual y Bibiana.
La catalana comentaba que “me sabe mejor este segundo puesto que el de ayer, porque ha estado mucho más claro que ayer que Maribel haya sido muy superior”. La vasca, por su parte, añadía que “sabíamos donde iba a atacar Maribel, pero no hemos podido hacer nada, ni para seguirla entonces, ni para luego cazarla, aunque se ha hecho un gran trabajo de equipo”.
Por detrás el segundo grupo perdía muchos minutos, hasta cinco en la línea de llegada, con una leve avanzadilla de Belén López, Palop y Gil, en el que estaba Epelde, la nueva campeona sub-23. que superaba a Patricia Pérez y Anna Sanchis, que viajaban en ese grupo.
La ciclista de Azpeitia (29 de octubre de 1985) nos comentaba que “la idea era intentar aguantar en el grupo de cabeza. Pero no ha podido ser. La ventaja es que ninguna sub-23 ha entrado delante, por lo que nos hemos vigilado. Sanchis no es muy rápida y para ganar tenía que saltar antes de meta, por lo que he vigilado su rueda. En cuanto a Patricia, la he visto flojear un par de veces y pensaba que podía superarla como así ha sido”.
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