El presidente de Castila-La Mancha, José María Barreda, agradeció hoy el apoyo y el cariño de los castellano-manchegos y aseguró que, para los próximos cuatro años, renueva su compromiso con los ciudadanos desde la humildad porque “el amo es el pueblo”, para solucionar los problemas, mejorar las cosas y contribuir a la felicidad de las personas. En su intervención, expresó su convencimiento de que la Nación española garantiza nuestra autonomía y nuestros derechos.Barreda hacía estas declaraciones hoy en el acto de su toma de posesión como presidente de Castilla-La Mancha, celebrado en el edificio de San Pedro Mártir en Toledo.En su intervención confesó que la expresión toma de posesión no es de su agrado, ya que, en su opinión, “los cargos públicos no se poseen. Al contrario, tengo muy claro que lo único que he hecho ha sido renovar el contrato de temporero que los ciudadanos han sellado conmigo al darme su mano y su voto”.En este contexto, explicó que, metafóricamente, la renovación de su compromiso es equiparable a la que “tradicionalmente se hacía en nuestra tierra con los pastores el día de San Pedro y con los gañanes en septiembre, por San Miguel, contratándoles para el siguiente año”. La casualidad, apostilló Barreda, ha querido que hoy sea, curiosamente, el día de San Pedro, “y es cuando yo, como los pastores, renuevo el contrato con los ciudadanos. En este caso, por cuatro años, pero con clara concepción de temporero. El amo es el pueblo”.Precisamente, prosiguió, “ahora lo que quiero es expresar mi gratitud a los ciudadanos de Castilla-La Mancha, por confiar en mí y por creer en nuestras propias posibilidades”. De hecho, el presidente Barreda aseguró que considera al conjunto de la sociedad castellano-manchega como un equipo con el que gobierna en coalición”.TrilogíaEl presidente Barreda argumentó que los años que han coincidido con el período de la España constitucional han revolucionado la realidad de España y de Castilla-La Mancha. En este punto, precisó que, para los castellano-manchegos, la trilogía Democracia en España, Autonomía en Castilla-La Mancha y Europa ha sido decisiva para poder construir el presente repleto de oportunidades del que hoy disfrutamos. “El gran esfuerzo colectivo realizado en España y en Castilla-La Mancha nos ha permitido superar la fractura social y territorial que dificultaba la cohesión y la vertebración social”, subrayó el presidente autonómico, que incidió en que “como presidente de nuestra Comunidad Autónoma, tengo clara conciencia de que somos la parte de un todo. Nuestra autonomía y nuestros derechos los garantiza la nación española”.En este punto, José María Barreda apuntó que son muchos los ejemplos que podrían evidenciar la profunda transformación que ha experimentado la Comunidad Autónoma, pero hay dos, significó que han sido cruciales: la inmigración y el agua.En lo que concierne a la inmigración, Barreda aseveró que, a diferencia de lo que pasaba hace unos años, la buena calidad de vida de la que goza la Región atrae la llegada de muchas personas procedentes de otros lugares que ven a Castilla-La Mancha como “a una tierra de promisión”, afirmó. Por ello, el presidente regional expresó su convicción de que no podemos vivir la inmigración como un problema, sino como una riqueza que hay que regular, encauzar y aprovechar, respetando a los nuevos vecinos que, llegados de muy lejos, ya están próximos.Castilla-La Mancha, ahora es tenida en cuentaPor lo que respecta al agua, el presidente Barreda manifestó que la autonomía política nos ha servido para mostrar nuestras necesidades y hacernos valer. Ya nunca más se podrá planificar la política hidrológica española pasando de nosotros.El presidente castellano-manchego aludió a que hace tan sólo unos días tuvo oportunidad de exponer su proyecto político para los próximos años durante el Debate de Investidura. En este marco, explicó que la esencia de su propósito es “mantener el crecimiento económico. Utilizar las posibilidades del conocimiento. Conseguir un desarrollo sostenible y construir entre todos una verdadera sociedad del bienestar”.“Quiero solucionar problemas y mejorar las cosas para contribuir a la felicidad de las personas”, dijo el presidente autonómico, que pidió la colaboración de toda la sociedad para conseguir esta empresa.“Quiero mantener todo aquello que no deba cambiar y el coraje de cambiar todas las cosas que deban ser cambiadas. Os pido ayuda para distinguir unas cosas de otras”, concluyó José María Barreda.Un evocador San Pedro MártirJosé María Barreda inició su discurso con un evocador recuerdo del edificio de San Pedro Mártir, puesto que la primera vez que lo vio fue en el cine en la película ‘Viridiana’, y explicó que cuando tuvo ocasión de visitarlo se lo encontró medio derruido, lo que le provocó el impulso del compromiso “por despertar de la larga noche de pobreza e ignorancia“.En este contexto, explicó sus sensaciones cuando en este mismo lugar, con el presidente Bono y con el entonces ministro de Educación, Alfredo Pérez Rubalcaba, se llevaba a cabo un acto simbólico por el que este edificio, ya restaurado, se convertía en una de las sedes de la Universidad de Castilla-La Mancha.A este respecto, Barreda destacó actuaciones por y para el fomento de la cultura y la educación que se han llevado a cabo en esta tierra como convertir el antiguo convento de Dominicos en un templo de la inteligencia, hacer en el Alcázar una biblioteca o transformar la Fábrica de Armas en Campus universitario, en fábrica del conocimiento o salvar de la destrucción en la Vega Baja los restos arqueológicos de la ciudad Tardo-Romana y Visigoda más importante de la Península.En este punto, el presidente de Castilla-La Mancha recordó a “aquellos que se proclaman nacionalistas, que la capital de Castilla-La Mancha lo fue del Estado más fuerte y cohesionado del mundo Mediterráneo durante el siglo VI. El Reino Visigodo ocupó básicamente el mismo territorio de lo que se ha llamado Hispania, Al Andalus, Sefarad y desde hace siglos España”.En definitiva, sentenció, “distintos nombres a lo largo de los siglos para mencionar la misma realidad según las razas, las religiones y las épocas”.Pero si hay algo importante en la vida del presidente de Castilla-La Mancha, es la familia, que definió como la célula vital de la sociedad, a la que, desde el recuerdo emocionado de sus padres, agradeció las credenciales con las que hoy se presenta. Dedicó palabras muy significativas a su mujer, Clementina Díez de Baldeón, a quien reconoció el mérito de una relación que dura ya 37 años y con la que comparte lo más importante, sus dos hijos. “A ellos, con el amor ilimitado de padre, les quiero dar las gracias por ser como son y por ayudarnos a comprender mejor el tiempo que vivimos”, apuntó.Del mismo modo, el presidente autonómico agradeció al ex presidente José Bono “lo que he aprendido a su lado y, sobre todo, su amistad, a prueba de relevos”. En este punto, recordó que juntos dieron “el primer paso de la larga marcha electoral, de la que el pasado 27 de mayo ha sido una meta más. También su séptima mayoría absoluta, porque formamos parte del mismo club y llevamos la camiseta del mismo color”.El acto institucional comenzó con el "Segundo Movimiento del Cuarteto para cuerda op. (opus) 76, nº 3, de Franz Joseph Haydn interpretado por el cuarteto "Leonor".
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