jueves, 10 de mayo de 2007

El expolio del agua en Cuenca

El agua es parte de la vida, y también parte de la historia de los pueblos.
La historia de Cuenca no se puede explicar si no hablamos de la historia de un expolio que comenzó con el Trasvase Tajo- Segura. Mal futuro tiene un pueblo que permite que expolien sus recursos a cambio de nada, mal futuro.
Y ese futuro se ha hecho presente y estamos donde corresponde, en una provincia en trámite de despoblación, en una provincia envejecida, en una provincia que ofrece a sus hijos la emigración como única oportunidad de futuro.
Antonio Melero ha defendido en el Ayuntamiento de Cuenca los derechos de Cuenca en el tema del agua, pero el silencio ha sido también en este caso su compañero de viaje.
Por eso, y eludiendo deliberadamente el debate público, nos han colocado la tubería manchega, que es un nuevo trasvase, por la puerta de atrás. Porque la tubería manchega es la derivación de parte de los caudales del Tajo hacia Albacete y Ciudad Real.
Cuenca pone de nuevo su territorio para las tuberías, para los embalses, para la propaganda que de nuevo, y como con Franco, nos ofrece embarcaderos en los embalses y agua en los grifos. Cuando no queden habitantes en muchos de los pueblos que atraviesa la que va a ser tupida red de trasvases en Cuenca, la promesa de agua en los grifos habrá decaído por innecesaria.
Y la tubería manchega se ha colado por la puerta de atrás porque los dos grandes partidos están de acuerdo en que se haga esta infraestructura. La discusión está ahora en agua para el levante versus agua para Albacete y Ciudad Real.
Y el agua de la tubería manchega, como la del Tajo Segura, no es para consumo humano, que tiene un valor testimonial en el total del agua que se va a transferir, es para industria turística y para agricultura intensiva en consumo de agua y poco respetuosa con el medio ambiente, tanto en el Levante como en Albacete y Ciudad Real, y no lo decimos nosotros, lo dice un informe de la propia Administración Regional.
En la llanura manchega no falta agua , ya que está situada sobre un auténtico mar interior que es el acuífero 21, en la llanura manchega, en Albacete, como en el Levante, lo que falta es consumo responsable de un recurso escaso.
En cualquiera de las opciones que se planteen para la política hidrológica nacional Cuenca se queda fuera.

· Si la política es trasvasista: los trasvases son el Tajo-Segura y el Tajo-La Mancha, y para Cuenca nada.

· Si la política no es trasvasista: menos aún para Cuenca, porque ni tenemos agua para desalar, ni somos los principales clientes de los acuíferos de la región.

· Si la política es mitad trasvasista y mitad no trasvasita, como la actual de esta región que niega el Tajo-Segura, pero acepta el Tajo-La Mancha, pues volvemos a la casilla de salida y agua para desarrollo en Cuenca nada de nada.

Pero es que el agua del Tajo también se va a quedar en cabecera para abastecer las grandes urbanizaciones que como la de Seseña, en Toledo y Guadalajara, agua para un desarrollo que quizás no el más sostenible, pero desarrollo que Cuenca no tiene, ni del sostenible ni del insostenible.
Nos hemos posicionado frente a la reforma del Estatuto de Autonomía , precisamente porque, aunque el tema central de la reforma actualmente en trámite parlamentario era el agua, no reconocía sin embargo la deuda histórica y los derechos de Cuenca en esta cuestión.
Denunciamos la tubería manchega ante la Comisión Europea porque era de justicia y en defensa de Cuenca.
Antonio Melero ha presentado varias mociones que no han prosperado porque nunca toca hablar del expolio del agua en Cuenca.
Moción en el año 2004 por las compensaciones por el Tajo-Segura. En el año 2005 en contra de la tubería manchega. En el año 2006 una moción que rechazaba frontalmente la utilización de la infraestructura del Tajo-Segura para hacer intercambios privados de agua, porque nos parece increíble que una infraestructura que expropió el territorio de Cuenca, como es el trasvase, en nombre de un presunto interés general, se aproveche ahora para el mercadeo de unos y de otros.
Este no es un discurso de victimismo, es un discurso de dignidad . Victimismo es cuando se simula un perjuicio realmente no recibido para obtener compensaciones no merecidas. Justicia y dignidad es defender el derecho que a los conquenses asiste y la deuda que nadie podrá dar por cancelada mientras Antonio Melero tenga un lugar en el que alzar la voz en defensa de Cuenca.
Y mucho cuidado con el Síndrome de Estocolmo en el que todo un pueblo puede caer cuando empieza a pensar que algo de culpa tendrá por la situación de subdesarrollo que padece.
Nos van a pedir en la campaña electoral que está a punto de comenzar oficialmente que miremos hacia adelante, pero para mirar al futuro con garantías de progreso verdadero, en Cuenca tenemos antes que ajustar cuentas con la historia.

En Cuenca, a 9 de mayo de 2007.

Candidatura de CDL-Independientes al Ayuntamiento de Cuenca.

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