martes, 22 de mayo de 2007

ASAJA de Cuenca denuncia la desproporcionada subida de los precios en los fertilizantes

La subida de los precios de los fertilizantes se viene sucediendo desde hace varios años, sin embargo, el disparatado incremento que ha tenido desde principios de 2007, ha puesto en alarma al sector agrario. ASAJA de Cuenca considera un despropósito que actualmente, y a unos meses de empezar la campaña del cereal, se estén barajando unos precios inasumibles por el sector. Fertilizantes habituales como puede ser un complejo NPK 12-24-12 puede alcanzar este año los 0.30€ por kilo (50 de las antiguas pesetas).
En el caso de que en octubre se sigan manteniendo estos precios, sólo el coste de la subida del abono, costaría a cada hectárea unos 50€. Si esto se lleva a toda la provincia de Cuenca, estaríamos hablando de 13 millones de euros más sólo en subida de fertilizantes.
Por todo esto, ASAJA de Cuenca considera fundamental que tanto las administraciones como los fabricantes intervengan rápidamente para terminar con esta situación antes de la próxima campaña. En el caso de que no la hagan, la organización agraria recurrirá, como en otras ocasiones, a las movilizaciones.
Los fertilizantes son uno de los insumos más importantes que utilizan los agricultores para poder desarrollar su actividad, y dentro de ella estos ocupan una parte importante de los gastos de la explotación agrícola. Además de su importancia en la repercusión que tienen en la producción por hectárea, de cualquier tipo de cultivo, puesto que su no utilización disminuye drásticamente los kilos recolectados.
Subida generalizada de los costes de producción
Pero la alarmante subida que están teniendo los precios de los fertilizantes se une a otros costes de producción. Teniendo de referencia el año 2003, el gasóleo ha experimentado subidas de un 69%, los lubricantes sufren un incremento del 58% o los piensos que han subido un 33%. Pese a esta subida general de los costes de producción, los precios percibidos por el agricultor por la venta de sus productos están estabilizados o incluso, en algunos casos más bajos. Por poner un ejemplo en el 2003 un agricultor cobraba por un kilo de uvas alrededor de 0,22€, mientras que en el 2006 no llega a los 0,20€, en el caso de que las hayan cobrado. Esto afecta a la rentabilidad económica del sector agrario y ganadero y repercute en el mantenimiento de la población dentro del medio rural por la falta de perspectivas de futuro. Ante esta situación, ASAJA exige un mayor control por parte de las administraciones sobre las empresas suministradoras por la subida indiscriminada y sin lógica de los precios e incide en que recurrirá a las movilizaciones en el caso de que no intervengan.

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