El Demonio, la Fe, la Lascivia, la Apostasía y la Caridad son algunos de los personajes que protagonizan «La divina Filotea», auto sacramental de Calderón de la Barca, el autor por excelencia de este género, que hoy formará parte de la fiesta sacramental que abrirá, en la Iglesia de la Merced, la 46 Semana de Música Religiosa de Cuenca. La música de José de Nebra vertebra esta «fiesta», compuesta por una loa, la pieza teatral y un fin de fiesta, con fandangos de la época. La compañía de Pedro Mari Sánchez, curtida en el teatro del Siglo de Oro -el propio Sánchez trabajó en algún auto sacramental con Tamayo-, pondrá en pie esta obra, representada en Madrid en 1745. En los autos, representaciones de carácter religioso, los seres divinos y las cualidades humanas encontraban su encarnación en escena. «Tienen una estructura dramática totalmente viva, son el precedente de Brecht, entre otros, establecen estructuras con personajes alegóricos en las que el público es juez y debe decidir», asegura Sánchez. «Rara avis» Pedro Mari Sánchez, que encarna además al demonio, explica sobre este espectáculo que «no será exactamente lo que se pudo ver en tiempos de Calderón. Sí hemos respetado la estructura, pero, lógicamente, no la forma, estamos en el siglo XXI». Así, cuenta el director, esta «rara avis» tiene «un trabajo meticuloso con el verso y concuerda totalmente con la partitura de Nebra», compuesta para la obra, aunque en 1748. En el apartado musical, Luis Antonio González Marín dirigirá a Los Músicos de Su Alteza y a un conjunto de solistas. «Un reparto -según Sánchez- excelente y un coro extraordinario».
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario