Para Independientes por Cuenca lo de Martínez Cenzano no tiene solución; siempre hace lo mismo. Cuando se acercan las elecciones quiere engañar a los conquenses como sea. Lo hizo el otro día con el anuncio de Barreda con respecto al Nuevo Hospital para Cuenca, y lo vuelve a hacer ahora con el Ferrocarril Convencional.
Martínez Cenzano a cuatro meses de elecciones, está únicamente pendiente de cómo lograr la foto que enmascare su cobardía para afrontar los temas verdaderamente importantes en el momento adecuado.
Y es que votar lo contrario en las instituciones de lo que se cuenta luego a los ciudadanos, es lo que su jefe de Madrid denomina “engaño masivo”.
Martínez Cenzano votó en el Ayuntamiento en contra de que se vaya a hacer un Hospital nuevo pero, cuando lo anunció Barreda el otro día a 4 mees de elecciones, salió en la foto como si el hubiese sido el impulsor del asunto.
Martínez Cenzano votó en el Ayuntamiento en contra de la modernización del Ferrocarril Convencional, pero a 4 meses de elecciones se hace la foto con el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, como si realmente estuviera interesado por ello.
Si Martínez Cenzano quisiera la modernización del Ferrocarril Convencional, no solamente hubiera votado a favor de la moción que presentó Independientes por Cuenca, sino que no habría dejado escapar, sin inmutarse, los más de 200 millones de euros que estaban aprobados en los Presupuestos Generales del Estado.
Martínez Cenzano nunca ha tenido el menor interés por la revitalización del Ferrocarril Convencional; es más, su único interés, desde su primera legislatura, siempre ha ido dirigido hacia su desaparición para despejar el camino y liberar las más de 17 hectáreas que va a llenar de viviendas en los terrenos de RENFE.
Ya lo demostró cuando la directora general de Renfe, Mercé Sala, editó una circular en la que se contemplaba el cierre de la línea Madrid-Cuenca-Valencia; y, sin embargo, siendo ya el Alcalde de Cuenca, no dijo ni siquiera esta boca es mía.
Ya lo demostró cuando a principios de esta última primavera, y viendo que se le podía torcer su operación especulativa en los terrenos de Renfe, se fue a Madrid a correprisas, a asegurarse la firma del Adif para liberar los terrenos, sin tocar para nada el tema de la modernización del Ferrocarril.
Ya lo demostró, cuando teniendo delante a la ministra de Fomento y al director del Adif, de lo único que se preocupó es de la firma que va a permitir llenar los terrenos del Ferrocarril de edificios. ¿Por qué no le recordó a la Ministra los 200 millones de euros que por “el arte de virli virloque”, se esfumaron de los Prespuestos Generales del Estado?¿Verdad que hubiera sido una buena ocasión?
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