miércoles, 6 de diciembre de 2006
LA LEY POR LA QUE SE DECLARA EL PARQUE NATURAL DE LA SERRANÍA DE CUENCA, INICIA SU ANDADURA
La Ley por la que se declara el Parque Natural de la Serranía de Cuenca ha iniciado hoy su andadura con la toma en consideración de su anteproyecto por parte del Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha.Según explicó el consejero de Medio Ambiente y Desarrollo Rural, José Luis Martínez Guijarro, mediante esta declaración, el Gobierno regional establece el marco normativo para otorgar una atención preferente a la conservación de los recursos naturales de este espacio, de forma compatible con el desarrollo sostenible de los municipios de la zona.Este procedimiento, iniciado en septiembre del año 2000, con la elaboración y aprobación del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de la Serranía de Cuenca, llega al momento de su aprobación “con un alto grado de consenso –manifestó Martínez Guijarro- incorporando al texto definitivo las sugerencias que han aportado aspectos importantes”.Asimismo, explicó, que se establecerá el Área de Influencia Socioeconómica del Parque Natural de la Serranía de Cuenca sobre el conjunto de los términos municipales que aportan terreno al mismo y a su zona periférica de protección y que son los siguientes: Arcos de la Sierra, Beamud, Cuenca, Huélamo, Las Majadas, Portilla, Tragacete, Uña, Valdemeca, Villalba de la Sierra y Zafrilla, que suponen una población de más de 52.000 personas. En este sentido, el consejero aseguró que se tienen previsto ya por parte del Gobierno regional toda una serie de actuaciones en infraestructuras, comunicación o señalización para que sean acometidas una vez que entre en vigor la Ley pues, como apuntó, “van a ser posible gracias a la existencia del Parque Natural y a su dotación económica”.“El objetivo es contribuir al mantenimiento de este espacio protegido, pero también fomentar el desarrollo rural y compensar socio-económicamente a las poblaciones por los beneficios y servicios que el Parque Natural produzca a la sociedad y al medio ambiente, teniendo en cuenta que el paisaje debe considerarse como un valor intrínseco de la zona pero también como uno de sus principales activos como destino turístico”, apuntó. Por todo ello, se tratará de compatibilizar los usos tradicionales asociados a este entorno con la conservación de las comunidades naturales que lo pueblan “ya que no tienen por qué suponer un riesgo para la conservación del paisaje, sino que son en cierta parte responsables de su actual configuración”. Por el contrario, aseguró, mediante esta figura se regulan los posibles impactos que las actividades y usos no tradicionales puedan provocar en este enclave natural.Respecto a los pasos seguidos, el consejero recordó que el Anteproyecto de Ley fue informado favorablemente por el Consejo Asesor de Medio Ambiente en el mes de octubre, por lo que a partir de este momento, una vez recabado el informe del Consejo de Consultivo, el Proyecto de Ley podrá elevarse al Consejo de Gobierno, remitiéndose posteriormente a las Cortes regionales para su tramitación. Una vez aprobada la Ley, la Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha pasará a tener 99 espacios, lo que supondrá un total de 317.154 hectáreas protegidas. Es importante señalar que la riqueza natural de la Serranía de Cuenca, está incluida en su mayor parte en la Red Natura 2000 como Zona de Especial Protección para las Aves y como Lugar de Importancia Comunitaria.La Serranía de Cuenca, sello de identidadLa Serranía de Cuenca se ubica en la zona nororiental de esta provincia y la superficie estimada que comprende es de 73.726 hectáreas, con una zona periférica de 2.150 hectáreas, distribuida en los once términos municipales.El paisaje de la Serranía de Cuenca posee una gran riqueza en flora, fauna, geología, geomorfología y paisaje. Unas características excepcionales donde destacan sus condiciones de elevada naturalidad, la enorme extensión, el predominio de la vegetación forestal y la singularidad que le aportan las formaciones pétreas, los cañones fluviales y los propios ríos que lo convierten en un auténtico sello de identidad de la comarca y de la misma provincia. Algunos enclaves poseen un paisaje prácticamente único a escala nacional e internacional como la Ciudad Encantada, Callejones y miradores de Las Majadas, el Ventano del Diablo, la Laguna de Uña, el “Castillo” de Huélamo, el nacimiento del Júcar, La Mogorrita o la Peña del Reloj, desde la que se puede contemplar el paraje de El Hosquillo. Es de destacar en el territorio la gran continuidad y extensión que presentan las masas forestales, y particularmente los pinares que dominan el paisaje vegetal, situación compartida con el adyacente Parque Natural del Alto Tajo, conformando entre ambos territorios una de las masas forestales naturales más extensas de España.La elevada variedad de ambientes de montaña que alberga todo el conjunto favorece el desarrollo de una alta biodiversidad faunística, siendo la zona particularmente importante para la conservación de la comunidad de aves, mamíferos, peces y aves de ríos de montaña.Se ha constatado la existencia de un total de 218 especies de vertebrados (40 especies de mamíferos, 156 de aves, 14 de reptiles y 8 de anfibios), de las que 4 especies están consideradas en Peligro de Extinción, 24 como Vulnerables y 147 de Interés Especial.La zona posee además una gran importancia para la conservación de la flora y la vegetación, como atestiguan el gran número de comunidades que alberga protegidas por la Directiva Hábitat o por la legislación autonómica, así como el gran número de especies incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas. Junto con el Parque Natural del Alto Tajo, conforma uno de los dos lugares de referencia para la conservación de la diversidad florística del Sistema Ibérico meridional.También se ha comprobado la presencia de 22 especies de invertebrados del Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Castilla-La Mancha, seis especies incluidas en la Directiva de Hábitat y dos especies de la Lista Roja de la UICN. En este espacio, constituido por las cabeceras y cursos altos del río Júcar y varios de sus afluentes, así como por afluentes de la cuenca del Tajo, como es el Escabas, se han inventariado un total de 11 especies de peces.
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