martes, 5 de septiembre de 2006

Valverde y Vinokourovse citan en Cuenca

El primer día de descanso de esta Vuelta a España, en Asturias, permite observar un carrera bastante más abierta de lo que se pensaba en un principio. El diseño de la prueba, del que no se puede decir que sea bueno o malo, pero si bastante extraño, ha provocado nueve primeros días bastante intensos, con tres subidas en alto, antes de adentrarse en cuatro etapas que, en principio, no deberían aportar nada nuevo.Los 722 kilómetros que restan hasta llegar a Cuenca, donde estará la primera contrarreloj individual –33,2 Km.– no deben de significar ningún cambio relevante en una general que, como dice Eusebio Unzue, director del Caisse d’Epargne, aparece “muy abierta”. “Los cuatro primeros de la general se encuentran en menos de un minuto y, encima, Vinokourov va a más”, explicó.Quedan jornadas nerviosas hasta la Ciudad Encantada, pero ninguna etapa que pueda ser determinante. Al menos por su trazado. En Santillana del Mar, final de hoy, no hay opciones para la sorpresa. Lo mismo que en Burgos, a pesar de que se sube El Escudo, emplazado a 100 kilómetros de la meta. Tampoco entre Aranda de Duero y Guadalajara deberán tener problemas los primeros clasificados. La decimotercera etapa, la que llega a Cuenca, es una de esas que engaña. El alto de El Castillo, a 13 kilómetros del final, es sumamente peligroso. Tanto la subida como la bajada pueden deparar sorpresas.En el Caisse d’Epargnne, si les hubiesen dado a elegir, habrían preferido no tener que coger el liderato hasta el sábado, en tierras conquenses: “Pero las cosas vienen como vienen. Se decía antes de comenzar la carrera que con tres llegadas selectivas en nueve etapas se corría el riesgo de que la Vuelta quedase sentenciada y ha sido lo contrario”, apuntaron fuentes del equipo.Carrera de dos A partir de Cuenca, en la semana final, las cosas deben cambiar. La distancia de la contrarreloj no es modelo Tour, aunque en 33 kilómetros se marcarán diferencias. Alejandro Valverde piensa en los segundos que puede recortarle Vinokourov, su mayor amenaza: “Tenemos por delante cuatro etapas que no son excesivamente complicadas y luego una contrarreloj que nos puede aclarar muchos las cosas”.Carlos Sastre no ha salido mal parado de la primera parte de la competición: “Físicamente no estoy mal, recupero perfectamente y no descarto nada, mi objetivo sigue siendo el de ganar la Vuelta”. Está a 44 segundos de Valverde y le quedan dos contrarrelojs, dos llegadas en alto “y otras dos etapas, las de Cuenca y Granada, con las que nadie cuenta y pueden resultar peligrosas”.Los dos kazajos, Andreiy Kashechkin y Alexander Vinokourov, tendrán su peor enemigo en ellos mismos. Hacen grupo para todo y son dos corredores a los que les gusta tomar las decisiones sin consultar mucho. Van demasiado por libre. Marchan bien en la contrarreloj y Vinokourov, a lo mejor, se está arrepintiendo de no tomarse la carrera en serio cuando llegó a Málaga

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