jueves, 31 de agosto de 2006

El pantano de Alarcón agoniza

A apenas 20 hectómetros cúbicos para cerrar el grifo. Así se encuentra el pantano de Alarcón, del que se suministra de agua para beber Albacete capital, y que apenas almacena 51 hectómetros cúbicos de los 1.112 que tiene de capacidad, lo que supone apenas un 4,5, y sigue bajando. La normativa establece que cuando el pantano se encuentra al 3% de su capacidad ya no puede desembalsar más agua.Pese a la escasez de agua en el pantano, a apenas dos kilómetros de Alarcón y justo donde está la presa, hay una decena de pescadores, la mayoría de la zona o de comarcas limítrofes. Eso sí, para poder pescar tienen que andar un trecho más porque el nivel del agua ha bajado y mucho. Manuel García Melero, uno de estos pescadores que, aunque residente en Madrid, es natural de la vecina localidad de Tébar, recuerda con nostalgia los años del pantano en los que había mucha más agua. «Pescábamos allí arriba», asegura señalando una zona en la que se nota la primera marca del agua y donde surgen los primeros pinos, síntoma de que allí no ha llegado el agua en mucho tiempo.Situación dramáticaApunta que se nota que ha bajado el agua en vertical, pero es que ahora está llegando a la zona de playa y aunque en vertical apenas baja unos centímetros en horizontal y pendiente, baja unos metros». Hace apenas diez días estuvo con su hijo pescando en la misma zona y asegura que no pudieron llegar tan abajo como ayer. Pero la bajada del agua es diaria. Incluso Manuel muestra un palo que en la tarde del martes colocaron unos pescadores jóvenes que estaban a su lado a la altura del agua para comprobar el nivel del pantano. Al día siguiente el nivel había bajado casi un metro en pendiente. «Hay que hacer algo porque la situación es dramática», asegura. Y es que la sequía se nota en el ambiente ya que hay zonas en las que el pantano incluso huele mal. García Melero asegura que la situación es tan dramática que a los peces empiezan a tener motas «síntoma de que les falta el oxígeno porque hay muchos peces y poca agua». Y es precisamente este aspecto el que más preocupa en Alarcón. Así lo asegura el alcalde de este municipio conquense de apenas 180 habitantes, Raúl Poveda, que asegura que sus vecinos están muy preocupados por los problemas sanitarios y medioambientales que puede ocasionar la sequía en el pantano. Por este motivo va a convocar una reunión con los alcaldes de la zona para pedir que se saquen los peces del embalse «antes de que empiecen a morir por falta de oxígeno» y se conviertan en un problema de salud. «En el pueblo se tiene como referencia 1995, en el anterior periodo de sequía, cuando también hubo que sacar los peces», asegura.Pueblos bajo el aguaLa bajada del agua también ha dejado al descubierto los restos de un par de edificios que todo indica que se construyeron durante las obras del pantano y que normalmente están cubiertos por el agua. Buena muestra de que el agua cubría estos restos hasta hace poco es que el suelo todavía está embarrado. Según los lugareño, con la bajada del agua también se ven los restos de una pequeña población que se encuentra bajo el agua, Gascas.García Melero recuerda que no ha visto el pantano tan bajo en treinta años que lleva yendo a pescar. «Sólo una vez, cuando hubo una fisura en la presa, estaba así de bajo, tanto que tuvieron que sacar los peces del pantano y llevarlos a Zaragoza unos cuantos y enterrarlos en cal viva otros». «Cuando se ve la taguía (una especie de presa pequeña que se levantó para desviar el agua mientras se construía la grande) mal asunto», sentencia García Melero, que pide la intervención del presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, para «acabar con esa situación, ya que el agua baja siempre para los mismos, para regar en Valencia y Murcia».Pedro Tendero y Miguel Romero son dos vecinos de la localidad albaceteña de Tarazona de la Mancha que suelen ir a Alarcón entre ocho y diez veces todos los años para pescar. También se lamentan del estado del pantano y recuerdan que hace apenas diez días cuando fueron a pescar por última vez el nivel estaba mucho más alto. Esta opinión la comparte Manuel Domínguez, vecino de Iniesta, que cuenta mientras coge un pez que ha picado, que hace unos días estaba pescando en una zona que se encuentra a un metro más arriba. También los vecinos de Alarcón se muestran preocupados por la situación del pantano, aunque el alcalde admite que «el pueblo ha vivido de espaldas al pantano durante muchos años, porque aquí no se ha utilizado ni para ocio, ni para riego». Según Raúl Poveda en Alarcón no hay problemas de abastecimiento de agua al municipio, «aunque la gente está inquieta porque ve como el pantano se va secando y se va soltando agua». Julián Farrut, vecino de Alarcón, que conoce el funcionamiento del pantano a la perfección, admite que el pantano está muy bajo «porque está bastante más abajo de la taguía, y si esto sigue así no sé donde vamos a llegar», aunque admite que hace unos años se llevaron toda la pesca por la sequía. Asegura que en el pueblo se bebe de un pozo subterráneo «y por tanto nunca faltará para beber».

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