Opinión

Negligencia y secretismo en el brote de paperas

Anonadado me he quedado al leer la noticia sobre el brote de paperas que ha afectado a los alumnos del Alonso de Ojeda y que se ha mantenido oculto, sin tomar las necesarias medidas, hasta un mes después de que apareciera el primer caso: extendiéndose luego a otros cuatro o cinco, según versiones.

¿Cómo se puede ser tan irresponsable y negligente? Aurelio Cavero, el director del centro, debería haber sido cesado o dimitido ya y las responsabilidades políticas (se trata de un cargo de libre designación) extenderse a los delegados corresponsientes: Educación y Sanidad? ¿Cómo el miedo al que dirán, a perder el prestigio de un centro o a mantener un cargo pueden pesar más que la salud de unos jóvenes y, por extensión de toda una ciudad y provincia?. La tardanza del director del centro en avisar a Sanidad es imperdonable. ¿A qué esperaba ese hombre en el segundo, en el tercer, en el cuarto caso ...?

Y la Delegación de Sanidad, como nos tiene acostumbrados en otros asuntos, tampoco se ha caracterizado por su transparencia y eficacia. Es cierto que el director de la residencia les avisó un mes después de que se detectara el primer caso pero ellos ya sabían que existía ese brote o al menos algunos casos porque se trataron en centros y consultas del Sescam. ¿No fueron capaces de establecer los necesarios protocolos de información en ese momento que han esperado hasta que les han avisado? Lo supieron el lunes y se ponen a vacunar el jueves, ¿no se podían haber organizado antes el protocolo?. El martes ya se tendría que haber empezado.

Además, hasta que medios de comunicación como el suyo no han sacado a la luz este asunto (de una manera más responsable que otros, por cierto) no se ha sabido nada. Imagínese el caso de un joven que no reside en la residencia pero ha mantenido relaciones con una alumna o alumno del centro con el que ahora no mantiene en contacto. Sanidad debería haber informado de este asunto a todo el público y poner disponer de la vacunación a más personas.

Las paperas son una enfermedad que puede provocar consecuencias muy graves: impotencia en los hombres, meningitis, pancreatitis y un largo etcétera. Son altamente contagiosas. Creo que, por una vez, no habría estado mal olvidar los interes electoralistas y personales y ejercer con capacidad, si se tiene, responsabilidad y humanidad las tareas públicas que se tienen ecomendades y para las que se pagan.