EL AGUA DE LAS ZONAS DE BAÑO RESULTA “APTA” EN LA PRIMERA TOMA DE MUESTRAS DE LA TEMPORADA

Este año se supervisa una posible nueva zona de baño en el paraje de “Cabezas del Cebadal”, en el río Cuervo.

El agua de las zonas de baño de la provincia de Cuenca supervisadas por la Delegación de Sanidad han resultado "aptas" para su uso desde el punto de vista sanitario, según se desprende de los resultados analíticos de las muestras de agua tomadas en la segunda quincena del mes de mayo.
El informe sobre el estado sanitario de las zonas de baño de la provincia ha sido el primero que se realiza esta temporada dentro del programa de Vigilancia Sanitaria de las Zonas de Baño, que anualmente lleva a cabo la Sección de Sanidad Ambiental de la Delegación Provincial de Sanidad de Cuenca.
En concreto, se han calificado como aptas para el baño el agua de las zonas de la laguna de El Tobar, en la localidad de Beteta; los parajes de "La Cespera" y "El Poblado" en el embalse de Buendía; el embalse de La Toba y la laguna del municipio de Cañada del Hoyo; "La playeta" del río Escabas, en Cañamares; “Cabezas del Cebadal” en el río Cuervo, en el término de Santa María del Val, una de las zonas de baño que se encuentra en estudio; la zona de baño de "Cueva Tomás" del río Guadiela, en la localidad de Albendea; y "El Chantre", "La playa" y "El Tablazo" en el río Júcar, aunque en estas tres últimas zonas la Confederación Hidrográfica del Júcar ha colocado carteles prohibiendo el baño.
El Programa de Vigilancia Sanitaria de las Zonas de Baño tiene como objetivo supervisar la calidad de las aguas de las diferentes zonas de baño establecidas en la provincia por la Unión Europea. Este programa lo lleva a cabo la Sección de Sanidad Ambiental de la Delegación Provincial de Sanidad, gracias al trabajo de los técnicos de Salud Pública.
Sanidad contempla para la temporada 2006 la recogida de muestras de agua en once zonas de baño vigiladas de la provincia, con el objetivo de analizar las aguas de cada zona y comprobar que los parámetros microbiológicos y físico-químicos son los correctos.
Las inspecciones y analíticas permiten calificar periódicamente las zonas en “aptas” y “no aptas” para el baño y esa información se comunica puntualmente a los alcaldes de los municipios a los que pertenece cada zona, así como a los Servicios Oficiales de Salud Pública y al coordinador médico correspondiente, con el fin de que la población pueda tener conocimiento de la aptitud o no aptitud del agua en cada punto de baño durante el periodo estival.