jueves, 4 de mayo de 2006

Barreda se empeña en mantener la guerra del agua con Murcia por no enfrentarse a Zapatero

“En el asunto del agua el enemigo de Castilla-La Mancha no es la región murciana sino el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que es quien autoriza los trasvases, incluso para regadío, en un momento muy grave por la extrema sequía que sufren nuestros pantanos”, ha manifestado la secretaria general del Partido Popular de Castilla-La Mancha, María Ángeles García, que da por seguro que el Gobierno nacional autorizará mañana una nueva derivación de agua al Levante tal como ha propuesto esta misma semana la Comisión de Explotación del Trasvase Tajo-Segura.
La dirigente regional del PP acusa al Gobierno de Castilla-La Mancha de propiciar el enfrentamiento con la Comunidad de Murcia y de estar abriendo una guerra entre regiones que “nos debilita a ambas, cuando el culpable de la situación, como todos sabemos, es el gobierno que autoriza los trasvases”.
En ese sentido, María Ángeles García considera que Barreda “debería ser más duro ante Madrid y si de verdad está en contra de que se hagan nuevas derivaciones de agua a Murcia su obligación es ser más contundente ante el Gobierno nacional e impedir la ejecución de nuevos trasvases. Sin embargo, prefiere mantener abierta la guerra con Murcia antes que enfrentarse a Zapatero, que es quien tiene en sus manos la posibilidad de no autorizar nuevos trasvases o de cambiar la ley que regula el Acueducto de Explotación del Travase Tajo-Segura”.

EL PROBLEMA LO HA CREADO ZAPATERO
Para María Ángeles García, el problema actual “lo ha creado Zapatero, con el apoyo sumiso del gobierno de Castilla-La Mancha, al haber derogado el Plan Hidrológico Nacional y del trasvase del Ebro. Si no hubiera sido así, el problema estaría ahora en vías de solución y no nos encontraríamos ante un horizonte en el que Cataluña y Aragón vetan cualquier trasvase de sus ríos mientras se mantiene en vigor la Ley del trasvase de Castilla-La Mancha, condenándonos de esa forma a ser la única región solidaria en el reparto del agua”.
Estas son las consecuencias de tener un gobierno débil y sumiso a Madrid, que antepone los intereses del partido a los de nuestra Comunidad autónoma, tal como se ha demostrado esta semana en la Comisión del Senado del Estatuto de Cataluña, a la que el gobierno regional ha dado la espalda al no enviar a alguien para que expusiera la posición de Castilla-La Mancha.

ESTATUTO DE CATALUÑAMaría Ángeles García afirma que era imprescindible que Castilla-La Mancha se hiciera oír en el Senado ya que “nuestra región será una de las más perjudicadas por la entrada en vigor del Estatuto catalán. Pero Barreda prefiere dar la espalda a asuntos de enorme trascendencia para nuestro futuro, igual que hace con todas las cuestiones de importancia para la región. Todo con tal de no molestar a los dirigentes nacionales del PSOE. Por eso permitió que los diputados socialistas votaran a favor del Estatuto de Cataluña en el congreso de los Diputados. Ahora ha vuelto a hacer lo mismo dando la espalda a la región al no ir al Senado a defenderla”.

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