lunes, 1 de diciembre de 2008

Artículo de opinión

Cuenca-Teruel:
La lectura de la Resolución de 17 de octubre de 2008, de la Secretaríade Estado de Cambio Climático, por la que se formula declaración deimpacto ambiental del proyecto Autovía Cuenca-Teruel. TramoCuenca-Teruel, nos da conocimiento de la gran riqueza medioambientalque ambas provincias disponen. Esta tierra, afortunada en lo natural,está pobremente poblada, mal comunicada secularmente y herida demuerte si no nos aplicamos en los próximos años. Vuelve a plantearse la falsa incompatibilidad entre la defensa delmedio ambiente y las necesidades de progreso. Vuelven a entretenernoscon las disputas entre los ecologistas y los que suponen que confuertes inversiones en infraestructuras podríamos darle un impulso aesta tierra olvidada los siglos de los siglos. Todos estamos de acuerdo en la necesidad de una mejora de comunicaciónentre Teruel y Cuenca. La mejor alternativa, al parecer de nuestrasinstituciones y muchos serranos, es una autovía. Concursan variasrazones para ello. Rompería el aislamiento de muchos pueblos,facilitaría la descongestión de la Autovía del Mediterráneo, abriríaun eje alternativo a las autopistas del Levante y daría oportunidadesde negocio a dos provincias olvidadas de la España interior que vencon pesimismo que todas las oportunidades brindadas por la historiafueron y son para relegarlas al olvido. Tanto es así, que los vecinosde Teruel siguen reivindicando que existe. Estratégicamente, la unión de las dos ciudades con la parte alta delMediterráneo, abriría unas posibilidades económicas excelentes. No hayque ser muy listo para sentenciar que el comportamiento de los quegobiernan con tanto fasto la Comunidad Fallera, hayan realizado unaevaluación negativa de la autovía. "proponiendo que se descartara elproyecto habida cuenta del grave impacto ambiental, de que las medidascorrectoras no serían suficientes para corregir los impactosprevisibles y estimando que las mejoras recientes (1997) sonsuficientes para responder al uso actual y previsible de la N-420."Ellos, tan sensibles a los impactos ambientales y tan amantes deEspaña, han hecho lo posible para que la autovía no se realizara.Sospecho que podrían acortar su camino muchos españoles, muchasmercancías y muchos turistas que, brevemente, atravesarían laprovincia de Valencia, pero por los puertos de Ademuz y no por supuerto marítimo. Flaco favor a esta isla de interior le ha hecho sugobierno. Los que vivimos y conocemos la zona, sabemos de la necesidad de esacomunicación, o, por lo menos de la necesidad de modernizar ese vialque conectaría por autovía Teruel con Madrid. Los actuales trazados dela N-420, que en muchas ocasiones atraviesan las poblaciones por sucalle Mayor con un continuo transitar de camiones, están obsoletos.Desde Torrebaja a Teruel, la carretera serpentea estrecha y lasorpresa vive escondida tras cada curva. Igual te cruzas con un señorque va a regar su huerto en bicicleta o con los camiones de las minasde Ríodeva. En Cuenca, nos encontramos con una situación semejante a la anterior,especialmente con el tramo de la actual carretera en paralelo con elCabriel, sin olvidar, las travesías de Fuentes, Salinas del Manzano yCañete que obligan a tomar medidas y, éstas, correrán el riesgo de nopoderse acometer por su impacto medioambiental. Uno de los argumentos esgrimidos contra la autovía hace referencia alpoco tráfico que actualmente circula por esta carretera, perodeberíamos preguntarnos el por qué y debería evaluarse susposibilidades de crecimiento, muchas, pues nos uniría de norte a sur,con Francia y Andalucía. El coste, unos daños medio ambientalesprofundos tal como recoge la citada resolución, pero la población noaprecia el conservacionismo, pues este no le supone mejora alguna. Falta una pedagogía medio ambientalista. Las administraciones, en este caso la Europea, delimitan una serie dezonas de protección alta, pero, a cambio, los que vivimos en laSerranía, no encontramos beneficios de tal protección. Debe haberalternativas. No puede considerarse a este territorio como una isla ala que hay que proteger del impacto de una autovía y nadie se preocupade las personas que allí viven, pues somos pocos, pero necesarios ¿sitan importante es nuestro territorio por qué no se no se le da a supoblación un tratamiento similar al que merece nuestro medio ambiente?Nos podemos plantear: Bien señores y señoras, seremos una de lasreservas naturales del planeta, pero somos nosotros los que lacuidamos y hemos logrado con mucha hambruna que estos parajes sean eldelirio de la UE. No tenemos ferrocarril, no tenemos autovías, no tenemos más quecarreteras angostas, no tenemos ADSL, pero a su vez, tenemos la suertede vivir en uno de los espacios más bonitos, pero con la vista no secome. El bonito paisaje no da posibilidad de desarrollo sino seacompañan de medidas protectoras y dinamizadoras de la población. Puedo llegar a entender, pues de mi sensibilidad con y para lanaturaleza no hay ninguna duda, que los males causados fueranirreversibles, pero compartimos lo manifestado por el ConsejeroMartinez Guijarro: "es una mala noticia que da al traste con lasexpectativas de desarrollo de la Serranía conquense" y turolense,añado, que no se nos olvide, pues este camino lo tenemos que hacerjuntos. Si el camino del progreso no pasa por la autovía, deberíamosplantearnos de qué manera hacemos avanzar a esta tierra e impedir queno seamos los últimos mohicanos, quise decir, serranos.
Pedro Peinado Gil
Secretario Técnico de la Red Tierras de Moya
Presidente de La Gavilla Verde.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, Pedro.

Vaya por delante mi respeto por la naturaleza, por el medioambiente y por el sursum corda. No lo digo de coña, he ido a la sierra de Cuenca miles de veces en mi vida, y la adoro y cuido como si fuera mi casa (que, ciertamente lo es, y de todos).

Pero tengo una idea: a estos chavalitos ecologistas tan majos ellos, los pondría a vivir un invierno, 4 ó 5 meses, en un pueblecito entre Cuenca y Teruel (me da igual Algarra, Manzaneruela o San Martín de Boniches), sin internet, ni médico a diario, carreteras cortadas cada vez que nieva, sin comercios, etc.

Y después de ese invierno, que me cuénte a ver si hay que hacer la autovía o no.

Si no se puede hacer por el trazado original que se busque uno que no destroce la naturaleza, que digo yo que en Suiza, en Noruega o en Finlandia también hay una naturaleza alucinante y se construyen autovías (y no creo que esta gente no sea respetuosa con el medioambiente), luego no será tan difícil, digo yo.

Con Dios.