jueves, 30 de octubre de 2008

Artículo de Opinión

El pastón

Cuando nos encontramos con números grandes solemos buscar un término que facilite su manejo. Por ejemplo, el término googol (pronúnciese gúgol) fue acuñado por Milton Sirotta, un niño de 10 años sobrino del matemático estadounidense Edward Kasner y equivale a 10 elevado a 100. El buscador Google fue llamado así debido a este número. Sus fundadores Sergey Brin y Larry Page iban a llamarlo Googol, pero se decidieron por Google debido a un error de ortografía de Page, ese tipo risueño que recogió la semana pasada el premio príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.
El pellón, la unidad de trinque en lo universal del particular pelotazo de los fastos del 92, equivalía a 1000 millones de pesetas. Su nombre viene del difunto Jacinto Pellón que fuera responsable de la construcción y gestión de la Expo de Sevilla.
El martes el Banco de Inglaterra cifró en 2.4 billones de euros (2.400.000.000.000) las pérdidas sufridas por las instituciones financieras de todo el mundo en la actual crisis. De ellos, 150 mil millones son los que nos vamos a gastar aquí para sanear a nuestra- teóricamente- saneada banca. Son cantidades tan inimaginables que propongo para simplificar el vocablo pastón como equivalente a 1000 millones de euros. Así cuando ZetaPé anuncie mañana la compra de activos bancarios por valor de 10 pastones todo el mundo sabrá de qué hablamos. Sobre todo Alfredo Sáenz, consejero delegado del Banco Santander, que no quiere que se divulguen los nombres de las entidades que venden sus "sanísimos" activos al Estado para no dañar su "reputación".
En junio pasado Jacques Diouf , director General de la FAO, solicitó a los líderes mundiales 20 pastones para que 862 millones de personas hambrientas pudieran disfrutar del más elemental de los derechos humanos : poder comer. Consiguió poco más de 5 pastones. Otro ejemplo: con 195 pastones se cumplirían todos los Objetivos del Milenio de la ONU (http://www.pobrezacero.org/).
Si una sociedad libre no puede ayudar a sus muchos pobres, tampoco podrá salvar a sus pocos ricos (JFK). Con los 2400 pastones que va a costar la crisis se solucionarían con creces todos los problemas relacionados con el hambre, la miseria, la incultura y la enfermedad de la Humanidad.
Los desheredados no han tenido esta suerte porque como bien dijo Gabo G. Márquez "el día que la mierda tenga algún valor los pobres nacerán sin culo".

Antonio Melero Pita

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