José Tomás, tres orejas y cornada; triunfan también Finito y Perera

Finito de Córdoba, José Tomás y Miguel Ángel Perera se han repartido un total de diez orejas en la tercera de la feria de Cuenca y, sobre todo los dos últimos, se han impuesto a un deslucido lote de La Palmosilla.
Sin embargo, el excesivo compromiso de José Tomás con el manso y rajado quinto le acarreó el percance después de que el toro le avisara y por el lado izquierdo y lo empalara, sin consecuencias en ese primer percance. Siguió Tomás porfiando por ese lado y el toro no le perdonó hiriéndole a la altura de la región escrotal. Tomás, que estuvo muy importante con este animal de La Palmosilla, aguantó las dudas del animal y muy firme extrajo muletazos buenos, antes y después del percance. Con pinchazo y estocada remató y le premiaron con la oreja, que paseó, antes de entrar en la enfermería.
El segundo toro manseó ya de salida, se fue suelto y Tomás estuvo variado con la capa. Con la muleta, comenzó sobándolo para luego tratar de ligar aunque fue imposible porque el toro no tenía continuidad. Muletazos sueltos buenos por el izquierdo, un arrimón muy serio al final, pasándoselo muy cerca y cocluyendo con el habitual epílogo por manoletinas fue lo que dejó José Tomás. Estocada buena que desató la amable petición.
Perera cortó las dos orejas a su primero y lució con el capote en muy buenas verónicas y en un quite intercalando saltilleras y gaoneras, muy quieto el extremeño. Con la muleta todo lo hizo él puesto que el toro se paró muy pronto. Se pegó un arrimón sincero, siendo incluso volteado sin consecuencias, dejándose tocar la taleguilla con el testuz.
Con el desrazado sexto todo lo hizo el extremeño, imponiéndose y ligando con la base de una insultante quietud y seguridad a un toro sin aparentes opciones. Otras dos orejas.
El pirmero fue un toro que blandeó mucho de principio pero que se dejó en la muleta. Finito lo pasó con aseo y poco compromiso, siendo lo mejor una serie al natural donde se rompió algo más con el toro. Oreja cariñosa.
El cuarto fue un buen toro, noble y colaborador y Finito de Córdoba estuvo a gusto con él y dejó buenos muletazos aún sin conseguir cuajar al toro. Una gran estocada de Finito, terminó de cortar las dos orejas.

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