lunes, 7 de abril de 2008

Cultura entrega Los Miliarios de la ermita de Huelves tras su restauración

Permanecieron ocultos durante siglos, pero las obras de reforma de la Ermita de la Virgen de la Cuesta, en la localidad conquense de Huelves, dejaron al descubierto dos miliarios que, según los arqueólogos, pertenecen a la época de Tiberio.
Después de un mes de intensos trabajos, en los que el Gobierno regional ha invertido un presupuesto de 12.000 euros, el delegado provincial de Cultura, Sixto Pozo, devolvía hoy ambas piezas hasta su lugar de origen una vez restaurados.
Pozo explicó que los miliarios se encontraban “insertos en la pared de la ermita, haciendo las veces de jambas de la puerta de entrada al templo”.
Debido a su peso, para la adecuada extracción de los elementos de la pared se afianzaron ambas piezas con una grúa pluma y se procedió al picado manual de la pared que los englobaba.
El trabajo de limpieza de los miliarios ha sido lento debido a que en la restauración no se han empleado cinceles ni otros utensilios que puedan eliminar, además de la suciedad, considerables porciones de superficies lapideas, especialmente si estaban deterioradas.
Por ello, se ha realizado mayormente de forma manual y empleando instrumentos como el bisturí, espátulas u otros accionados eléctricamente, pero de pequeñas dimensiones y perfectamente controlables.
Puesto que algunas zonas de los miliarios estaban disgregadas en piezas de tamaño variable, se han vuelto a integrar como parte de la pieza; es decir, las piezas rotas se han pegado de nuevo en su zona de origen en el miliario.
Un miliario o piedra miliar es una columna cilíndrica que se colocaba en el borde de las calzadas romanas para señalar las distancias cada mil pasos, es decir, cada milla romana, lo que equivale a una distancia de aproximadamente 1.450 metros.
De hecho, tal y como recordó el delegado provincial de Cultura, en Cuenca se han hallado varios miliarios, la mayoría pertenecientes a la vía de Complutum a Cartago-nova (Alcalá de Henares-Cartagena). De algunos de ellos sólo se conservan referencias bibliográficas, pero otros se conservan más o menos completos, tres en Segóbriga, el de Alconchel y el de Huelves.

Rehabilitación de la ermita
Con una subvención de 25.000 euros por parte del Ejecutivo autonómico, los trabajos de restauración de la ermita de la Virgen de la Cuesta se enmarcan en las ayudas que concede la Consejería de Cultura para la rehabilitación de nuestro patrimonio histórico, concretamente del programa “Inmuebles Vinculados al Patrimonio Histórico de Castilla-La Mancha”.
A través de este programa, se establece la intervención en inmuebles que, con condición de Bienes de Interés Cultural o sin ella, reúnen una serie de valores culturales que les convierte en elementos integrantes del Patrimonio Histórico.
En este caso, las obras han consistido en la consolidación de los muros existentes, la ejecución de las estructuras de cubierta en madera y la cobertura con teja curva vieja que ha permitido recuperar parte de la imagen primita de este tempo.
Por sus características y por la similitud con la ermita de Llanes, cerca de Albendea, y con otras de nuestro país y de Europa, existe la posibilidad de que se trate de una adaptación visigoda remozada en la época románica.
Huelves es un asentamiento de origen romano situado junto a la calzada que desde Segóbriga se dirigía hacia Huete, Ercávica y Complutum. Esta ermita es la única iglesia sobre la que se ha encontrado una descripción contenida en las descripciones topográficas de Felipe II (1.578), que la califica como “una ermita que está entre el castillo y el pueblo a media cuesta, que parece edificio y tempo de romanos, y llámase Nuestra Señora de la Antigua”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A dios rogando y el cazo llenando.