ASAJA de Cuenca se reune con las empresas que fabrican biodiesel para solucionar su bajo

La organización agraria Asaja de Cuenca va a iniciar reuniones con las empresas que fabrican biodiesel a partir del girasol, para intentar solucionar la diferencia de precios existente con respecto a lo que se está pagando actualmente en el mercado por el girasol no destinado a cultivos energéticos.Las reuniones van a llevarse a cabo tras la asamblea que celebró en Asaja de Cuenca para analizar el problema, ya que en esta provincia se siembra más de la mitad del girasol para producir biodiesel que se ha contratado en toda España. En contrato, en toda España se han contratado unas 135.000 hectáreas de girasol para producir biodiesel, de las cuales unas 83.000 hectáreas se encuentran en Castilla-La Mancha y de éstas el 80 por ciento están en la provincia de Cuenca, por lo que los agricultores conquenses son los más afectados. Según explicó el secretario general técnico de Asaja de Cuenca, Manuel Torrero, el problema es que los precios actuales del girasol en el mercado están muy por encima de los establecidos en los contratos de biodiesel. Las empresas contrataron con los agricultores a un precio que supone menos de la mitad del precio actual del mercado, por lo que ‘van a ganar mucho dinero a costa de los agricultores’ y van a obtener importantes beneficios a costa de los cultivadores, ‘que no van a cubrir ni gastos’, denunció. Añadió que, si la situación continúa el próximo año, los agricultores dejarán de firmar contratos, si antes no se soluciona el problema de los precios. La posible solución que viene planteando Asaja de Cuenca es la suscripción de contratos a precio variable, que se vaya adaptando a las fluctuaciones del mercado, ya que el precio del biodiesel se establece con arreglo al que tenga el aceite refinado de girasol y el del petróleo. En este sentido, el presidente de Asaja de Cuenca, José María Fresneda, afirmó tras la asamblea que ‘no podemos consentir que el girasol con destino al biodiesel se pague a menos de la mitad de lo que se paga en el mercado, ya que si no se le pone una solución, el agricultor va a perder en torno a unos 100 euros por hectárea’.