Los trabajos de acondicionamiento de un muro en el Jardín de los Poetas de Cuenca han sacado a la luz los restos de la iglesia de San Gil, del siglo XVI, por lo que el Ayuntamiento conquense estudia modificar la zona ajardinada que estaba destinada a esa ubicación.
Según señaló en declaraciones a los medios el arqueólogo encargado de la actuación, Miguel Ángel Valero, a la hora de afianzar un muro se comenzó a descubrir el muro de la iglesia "a tan sólo 25 ó 30 centímetros de profundidad, por lo que si llegamos a los 50 centímetros tendremos toda la planta de la iglesia en un gran estado de conservación".
La iglesia de San Gil fue derribada, según Valero, "en el siglo XVII por el obispo Flórez de Osorio, porque considera que sus muros no son tan fuertes como el resto de iglesias de Cuenca".
Para el arqueólogo, este derribo ha supuesto que todos los elementos ornamentales del templo "desde molduras a cornisas se ha quedado dentro, y podremos recuperar buena parte. Hemos sacado parte de la cabecera y el crucero, y podremos trabajar en la portada". La portada plateresca de la iglesia de San Gil, obra de Pedro de Albiz es, según los arqueólogos, lo mejor de la iglesia, junto a su torre.
Por su parte, el director de las obras, Pablo León, indicó que el proyecto original era rebajar el jardín para adaptarlo a la altura de la calle, y facilitar su acceso, aunque este hallazgo ha obligado a consultar con el Ayuntamiento para modificar el plan original.
De hecho el alcalde, Francisco Pulido, avanzó en el propio lugar que las modificaciones presupuestarias pertinentes se harán a través del Consorcio Ciudad de Cuenca, que gestionar los fondos del Real Patronato, y que "esperamos que sirva para recuperar un espacio ciudadano".
Sigue adelante, pues, con la idea de hacer visitable toda la zona, e incluso emplear la iglesia, antiguo Jardín de los Poetas, "como un espacio donde hacer conciertos, charlas o recitales de poesía, como el nombre del lugar indica".
Según señaló en declaraciones a los medios el arqueólogo encargado de la actuación, Miguel Ángel Valero, a la hora de afianzar un muro se comenzó a descubrir el muro de la iglesia "a tan sólo 25 ó 30 centímetros de profundidad, por lo que si llegamos a los 50 centímetros tendremos toda la planta de la iglesia en un gran estado de conservación".
La iglesia de San Gil fue derribada, según Valero, "en el siglo XVII por el obispo Flórez de Osorio, porque considera que sus muros no son tan fuertes como el resto de iglesias de Cuenca".
Para el arqueólogo, este derribo ha supuesto que todos los elementos ornamentales del templo "desde molduras a cornisas se ha quedado dentro, y podremos recuperar buena parte. Hemos sacado parte de la cabecera y el crucero, y podremos trabajar en la portada". La portada plateresca de la iglesia de San Gil, obra de Pedro de Albiz es, según los arqueólogos, lo mejor de la iglesia, junto a su torre.
Por su parte, el director de las obras, Pablo León, indicó que el proyecto original era rebajar el jardín para adaptarlo a la altura de la calle, y facilitar su acceso, aunque este hallazgo ha obligado a consultar con el Ayuntamiento para modificar el plan original.
De hecho el alcalde, Francisco Pulido, avanzó en el propio lugar que las modificaciones presupuestarias pertinentes se harán a través del Consorcio Ciudad de Cuenca, que gestionar los fondos del Real Patronato, y que "esperamos que sirva para recuperar un espacio ciudadano".
Sigue adelante, pues, con la idea de hacer visitable toda la zona, e incluso emplear la iglesia, antiguo Jardín de los Poetas, "como un espacio donde hacer conciertos, charlas o recitales de poesía, como el nombre del lugar indica".
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