sábado, 10 de marzo de 2007

El Ayuntamiento de Cuenca aprueba un manifiesto de apoyo a la candidatura como ‘Capital Europea de la Cultura’ en 2016

El pleno del Ayuntamiento de Cuenca aprobó ayer un manifiesto de apoyo a la candidatura de la capital conquense a ser nombrada ‘Capital Europea de la Cultura’ en 2016, que servirá para recabar apoyos para la candidatura de esta ciudad entre instituciones, entidades y particulares. El manifiesto, que fue aprobado por unanimidad, marca las líneas estratégicas sobre las que se va a desarrollar el futuro proyecto de candidatura, que es preciso presentar antes de que finalice 2010 a las instancias nacionales y de la UE que en 2012 deberán decidir que dos ciudades obtienen la capitalidad europea de la cultura en 2016, de entre todas las ciudades candidatas.
En este sentido, el portavoz del Grupo Socialista, Juan Ávila, adelantó que entre las líneas maestras que se seguirán en la elaboración del proyecto ‘tendrá una especial importancia la participación de todos’.
La participación será una de las principales líneas de trabajo en el desarrollo del proyecto, destacó Ávila, que aseguró que ‘vamos a darle oportunidad a todo ciudadano, ciudadana, institución o entidad pública o privada que tenga algo que decir sobre el proyecto de la capitalidad cultural’.
Fue la Junta de Portavoces del Ayuntamiento la que acordó elaborar y aprobar este documento, que será utilizado como vehículo para expresar el apoyo a la candidatura de Cuenca por parte de las personas, entidades e instituciones que lo consideren oportuno.
Por otra parte, el pleno aprobó el cambio de calificación urbanística de dos parcelas situadas en las calles General Fanjul y Segóbriga, que permitirá la construcción de un nuevo hotel en la ciudad en los terrenos que ocupa la antigua clínica San Julián.
Este punto del orden del día fue aprobado sólo con el voto a favor de la mayoría del Grupo Socialista, mientras que votó en contra el único concejal de Independientes por Cuenca, Antonio Melero y el Grupo Popular se abstuvo.
Los motivos de las discrepancias se centraron en la catalogación del edificio y en la altura que los promotores del proyecto quieren dar al futuro hotel.

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