viernes, 1 de diciembre de 2006

IxC dice que Cuenca tenía y tiene unas condiciones privilegiadas para resultar económicamente rentable

Si Cuenca ahora no es rentable es porque todavía no tenemos autovía, porque también en el Ave se ha dado prioridad a Albacete, porque la capitalidad le tocó a Toledo, porque la mejor parte de la tarta de la universidad regional correspondió a Albacete y Ciudad Real, porque la sanidad de futuro se está diseñando en Albacete - por la facultad de medicina- y en Toledo -por el nuevo hospital-, porque las únicas instalaciones aeroportuarias se van a situar en Ciudad Real y Albacete, porque los centros tecnológicos y de innovación se han instalado en Albacete y Ciudad Real, porque la línea de tren convencional de Albacete se desarrolló en detrimento de la de Cuenca……
Nos llenan los bolsillos de piedras y luego nos piden explicaciones de por qué quedamos rezagados en la carrera. Por supuesto que Cuenca sigue avanzando, pero mientras tanto otros están corriendo los 100 metros lisos. Resultante: retrocedemos en términos relativos. Perdiendo población, por eso el paro no se ha disparado, perdiendo nivel de renta en términos comparativos. Por eso corredores que empezaron por detrás de nosotros ya nos están adelantado, Talavera, Alcazar, Puertollano, Hellín, Tomelloso…
Con los planteamientos partidos tradicionales, de determinadas fuerzas vivas de esta ciudad, dedicados todos a justificar lo injustificable, a endosar al otro la responsabilidad de lo que no se ha hecho, vamos a terminar por ahogar a una ciudad que tenía y tiene todas las condiciones para un desarrollo económico que se le ha negado.
¿Cómo es posible que una capital de provincia, con un entorno privilegiado y situada en el eje Madrid-Valencia - de mayor desarrollo económico del país - se encuentre en estas condiciones?
Los conquenses no somos los culpables de esta situación. En Independientes vamos a dedicar los próximos años a explicar nuestra verdad sobre Cuenca, a demostrar una realidad que se oculta en el vocerío permanente, en la propaganda desmesurada de la gestión pública ordinaria, en el estéril enfrentamiento entre conquenses.
Y vamos a demostrar que las cosas podrían haber sido de otra manera y que la historia no está escrita. Siempre hay oportunidad de cambio, nunca es el último tren el que acaba de pasar.

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