miércoles, 20 de diciembre de 2006

Independientes por Cuenca denuncia la crisis del hospital de Cuenca

Cuatro años de transferencias sanitarias han servido al hospital de Cuenca lo mismo que 25 años de autonomía han servido a Cuenca: para perder posiciones respecto al resto de provincias, para retroceder mientras los demás avanzan.
El Sescam ha afrontado un ambicioso programa de inversiones derivado de la financiación recibida en las transferencias que ha marginado a Cuenca. Mil millones de euros en inversiones hospitalarias, nuevos servicios que hacen a la región prácticamente autosuficiente en prestaciones de atención especializada, incorporación de 2.500 nuevos profesionales.
Independientes exigió un nuevo hospital hace más de tres años, hemos exigido nuevos servicios, incrementos significativos de plantilla, más formación especializada, investigación biomédica.
En estos años, por el contrario, el abandono sufrido por el “Virgen de la Luz” nos ha abocado a una situación de crisis ya insostenible, y las siguientes son las evidencias de un abandono que es paradigma del abandono de Cuenca en esta Comunidad Autónoma:
Un edificio obsoleto que ha sufrido múltiples ampliaciones que lo hacen ya inviable. Después de cuatro años de reformas menores como fachada o climatización, en lugar de un nuevo hospital, el Sescam ofrece a Cuenca como única solución años de interminables reformas y ampliaciones en un hospital en funcionamiento.
Ningún servicio de alta especialización en Cuenca que, camino de convertirse en hospital comarcal, obliga a los conquenses a echarse a la carretera para obtener atención sanitaria en los hospitales de Toledo, Albacete o Ciudad Real.
Insuficiente plantilla que, en el servicio de anestesia, ha provocado un conflicto laboral y asistencial que va camino de pasar a la historia de la sanidad pública española al haberse cronificado sin que ningún responsable sanitario sea capaz de avanzar solución alguna.
Lejos de resolverse, el conflicto de los anestesistas se extiende en el terreno abonado de las crisis superpuestas de nuestro hospital, aumentando el apoyo a sus reivindicaciones por parte del resto del personal facultativo. Y así el sindicato médico SIMAP-CLM, informa en su página Web de la obtención de 113 votos en las recientes elecciones sindicales sobre una plantilla total de 200 médicos.
CESM, el otro sindicato médico, ha reconocido públicamente la falta de incentivos del “Virgen de la Luz” para atraer a nuevos profesionales. SIMAP declara, y citamos textualmente el titular de prensa, que “El Hospital navega a la deriva”.
De nuevo el deterioro de nuestro hospital como paradigma de la decadencia de Cuenca, que tampoco ofrece atractivo ni para la instalación de nuevas empresas ni para nuestros hijos en su tierra.
Antes de abordar los nuevos hospitales de Almansa, Villarrobledo y Tomelloso ¿no hubiera sido más razonable atender a las necesidades del “Virgen de la Luz”?
Antes de proyectar el “megahospital” de Toledo ¿no hubiera sido más razonable resolver los problemas del “Virgen de la Luz”?
Nos incumbe una responsabilidad histórica, pues este es el momento de encauzar en la senda correcta el futuro de la atención especializada en Cuenca.
Estamos a tiempo de conseguir que, la crisis de instalaciones, asistencial, de personal y de proyecto de nuestro hospital dé un giro de 180 grados, y justifique un proyecto que podríamos calificar de auténtica y perentoria necesidad social y asistencial.
El “Virgen de la Luz” ha sufrido ya un dramático proceso de reformas y ampliaciones que ha dejado como secuela años de obras perturbadoras de la funcionalidad asistencial, diseños absurdos e imposibles cuyo subproducto típico son las pasarelas, y lo que es peor, resultados tan decepcionantes que exigen nuevas reformas y ampliaciones nada más terminan las anteriores.
El área de urgencias, recién reformada, se ve de nuevo sometida a un proyecto de reforma, y es quizás, aunque no el único, el ejemplo más paradigmático de un error estratégico que en ningún caso debemos perpetuar a través de un nuevo proceso de reformas y ampliaciones que nos condenará a años de obras con el hospital en funcionamiento, y que “enterrará” recursos públicos en un proyecto inevitablemente fallido, antes incluso de comenzar su ejecución.
Exigimos un nuevo hospital para Cuenca, un proyecto ambicioso que siente las bases de la sanidad pública en nuestra provincia, un proyecto modular y con capacidad de crecimiento que se adapte a las nuevas necesidades asistenciales en una provincia que debe crecer en el siglo XXI de la mano de su hospital.
Exigimos un proyecto acorde con el decálogo de la moderna arquitectura hospitalaria: orden, escala humana, funcionalidad, flexibilidad, compatibilidad, crecimiento, circulaciones, sostenibilidad y tecnología.
Un proyecto arquitectónico a la altura de las necesidades y aspiraciones de los ciudadanos y de los profesionales de la sanidad pública de Cuenca, un proyecto asistencial de crecimiento también en nuevos servicios de atención especializada, en tecnología sanitaria, en formación especializada y en investigación biomédica.
La perdida del banco de sangre del hospital “Virgen de la Luz” es la señal de alarma de un proceso de “comarcalización” que no debemos permitir, y no queremos pensar que la centralización del banco de sangre en el hospital de Albacete tiene algo que ver con las recientes noticias sobre la, citamos textualmente “delicada situación de las reservas de sangre” en Cuenca.
IxC

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