El que fuera obispo de Cuenca Cruz Laplana y su secretario, Fernando Español, que fueron fusilados en agosto de 1936, serán beatificados en una ceremonia que se celebrará probablemente la próxima primavera en Roma, junto a otros 500 mártires de la guerra civil española.El obispo de Cuenca, José María Yanguas, adelantó hoy en rueda de prensa que es muy probable que la ceremonia se celebre en Roma en la próxima primavera, posiblemente en torno al mes de mayo de 2007, aunque la fecha aún no ha sido fijada por la Secretaría de Estado del Vaticano, que será la que tome la decisión junto con la Congregación para las Causas de los Santos.La fecha concreta se sabrá probablemente en la primera quincena del mes de noviembre, señaló Yanguas, quien informó de que se tratará de una ceremonia en la que se beatificará a unos 500 mártires de la guerra civil, de ellos diez de Cuenca, incluidos Laplana y Español.En este sentido, afirmó que 'todos desearíamos que fuera una celebración en la que resalte sobre todo ese espíritu con el cual los mártires afrontaron la muerte, de comprensión, de perdón, de disculpa, de excusa'.Añadió que sería deseable 'que fuera una llamada a la concordia, al respeto de todos, al respeto de las creencias que para cualquier persona constituye lo más precioso que posee', porque 'aquello en lo que una persona cree, sea religiosa o no, constituye su tesoro, constituye lo que da sentido a la vida y le da relieve'.Se trataría de, según el prelado, 'además de la dimensión de honrar a los campeones y a los testigos de la fe, a los que han sabido amar a Dios hasta la muerte, que tenga también una deriva y un significado para todos, esa fidelidad en el respeto de los demás, esa coherencia con las propias convicciones'.Yanguas indicó también que se van a organizar viajes a Roma para asistir a la ceremonia y que el Obispado tiene previsto 'dignificar' el monolito existente donde fueron asesinados Laplana y Español y publicar libros y cómics que ilustren la vida de los mártires.Asimismo, anunció que al menos en la ciudad de Cuenca habrá un gran acto en la catedral, que consistirá en 'una misa solemne de acción de gracias por la beatificación de todos los mártires, en particular por quien fue su pastor'.Estas ceremonias se extenderán al resto de lugares de procedencia de los otros ocho mártires conquenses que serán beatificados, en los que habrá una misa en acción de gracias, señaló el obispo.
miércoles, 25 de octubre de 2006
Cruz Laplana fusilado en 1936 será beatificado en Roma en 2007
El que fuera obispo de Cuenca Cruz Laplana y su secretario, Fernando Español, que fueron fusilados en agosto de 1936, serán beatificados en una ceremonia que se celebrará probablemente la próxima primavera en Roma, junto a otros 500 mártires de la guerra civil española.El obispo de Cuenca, José María Yanguas, adelantó hoy en rueda de prensa que es muy probable que la ceremonia se celebre en Roma en la próxima primavera, posiblemente en torno al mes de mayo de 2007, aunque la fecha aún no ha sido fijada por la Secretaría de Estado del Vaticano, que será la que tome la decisión junto con la Congregación para las Causas de los Santos.La fecha concreta se sabrá probablemente en la primera quincena del mes de noviembre, señaló Yanguas, quien informó de que se tratará de una ceremonia en la que se beatificará a unos 500 mártires de la guerra civil, de ellos diez de Cuenca, incluidos Laplana y Español.En este sentido, afirmó que 'todos desearíamos que fuera una celebración en la que resalte sobre todo ese espíritu con el cual los mártires afrontaron la muerte, de comprensión, de perdón, de disculpa, de excusa'.Añadió que sería deseable 'que fuera una llamada a la concordia, al respeto de todos, al respeto de las creencias que para cualquier persona constituye lo más precioso que posee', porque 'aquello en lo que una persona cree, sea religiosa o no, constituye su tesoro, constituye lo que da sentido a la vida y le da relieve'.Se trataría de, según el prelado, 'además de la dimensión de honrar a los campeones y a los testigos de la fe, a los que han sabido amar a Dios hasta la muerte, que tenga también una deriva y un significado para todos, esa fidelidad en el respeto de los demás, esa coherencia con las propias convicciones'.Yanguas indicó también que se van a organizar viajes a Roma para asistir a la ceremonia y que el Obispado tiene previsto 'dignificar' el monolito existente donde fueron asesinados Laplana y Español y publicar libros y cómics que ilustren la vida de los mártires.Asimismo, anunció que al menos en la ciudad de Cuenca habrá un gran acto en la catedral, que consistirá en 'una misa solemne de acción de gracias por la beatificación de todos los mártires, en particular por quien fue su pastor'.Estas ceremonias se extenderán al resto de lugares de procedencia de los otros ocho mártires conquenses que serán beatificados, en los que habrá una misa en acción de gracias, señaló el obispo.
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4 comentarios:
¿Una llamada a la concordia dice este obispo conquense actual?. Esto es una llamada a destapar heridas. Las suyas no, que las cerraron durante como poco 60 años. Esto es una llamada a volver a poner sus muertos por encima de los muertos sin nombres. Es una llamada a hacer grandes sus apelativos. Es la llamada a santificar el odio por encima de todo.
Es la llamada a dejar claro que lo que sigue siendo importante, y la sociedad de cuenca, y los poderes, aunque sean del psoe, se volcarán, es la españa de siempre. Y el papa dará fe.
Y que le sigan dando por c... a la otra gente. Los fusilaron, sí, los fusilaron. Pero muchas de sus familias tienen todavía hasta miedo de contarlo. Esto es lo que tenemos
¿Quién son los mártires?
Que venga a mi casa el Papa y me lo cuente
Pues fíjate que yo pensaba que, a los que tanto hablan de "memoria histórica" les encantarían ideas como ésta. Al fin y al cabo, ¿no son cosas como ésta lo que se entiende por "memoria" e "historia"?.
Pero me equivocaba, porque los que se llenan la boca de "memoria histórica" hablan sólo de "amnesia selectiva".
Nadie puede negar que el que quiera recuperar el nombre, la memoria o los restos de sus antepasados o amigos muertos o asesinados está en su pleno derecho de hacer lo que pueda por ello. Lo que no se entiende es que los mismos que hurgan ahora bajo la tierra nieguen a otros su derecho a hacer lo mismo.
¿O es que la iglesia católica no tiene el mismo derecho a recordar a sus víctimas que el partido comunista, por ejemplo?.
Lo que sí es divertido es ver a los políticos "laicos" ponerse en fila para el besamanos al obispo de turno... Eso si no les coincide romería a la virgen de allí o de allá, o procesión...
¿De verdad que a nadie le ha llamado la atención que tras la aprobación de la "ley de memoria histórica" se haya cortado el grifo de subvenciones a las excavaciones en Uclés, por ejemplo?.
¿Nadie se da cuenta de que su noble deseo de recuperar los restos o la memoria de sus familiares o amigos ha sido manipulado y utilizado a conveniencia por los mismos políticos que han cortado el grifo cuando ya no interesaba y que se pondrán en fila para ir a Roma para asistir a la beatificación de Laplana?
Pero, al fin y al cabo, los derechos que uno defiende para sí debe defenderlos para todos. No es de recibo clamar por la memoria de mi abuelo y criticar al vecino por clamar por la del suyo.
¿y si tienes enterrados en los dos lados?
Han sido muchos años de convivencia pacífica. Mi padre y mi madre así lo han hecho. Y siempre hablamos en casa del "tema".
Mis padres han criado unos hijos que saben lo que sucedió y por qué sucedió.
Mis hijos lo sabrán también.
Yo les hablo - intento - con naturalidad.
Para ellos es curioso : igual que hablar de Witiza y don Rodrigo; de la Beltraneja e Isabel; de el "Hechizado" o de Maria Cristina.
El mérito es de nuestros abuelos y padres, que vivieron en primera persona la tragedia.
Para mis hijos 70 años es lo mismo que 700.
Nosotros - los cuarentones - hemos tenido la oportunidad de vivirlo.
Dejemos que ellos - nuestros hijos - lo hagan mejor que nosotros.
Seguro que lo conseguirán.
No se trata de un tema de odio,al contrario, hasta los familiares hemos perdonado.Pero nos parece muy bien que personas que supieron defender sus ideales por encima de su vida sean recordadas y admiradas.
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