viernes, 8 de septiembre de 2006

La Vuelta llaga a Cuenca

Otra etapa rompepiernas, de 180 kilómetros jalonados por tres puertos de montaña de tercera categoría: Alto de La Tendilla (km. 31), Alto de Córcoles (km. 60) y Alto del Castillo (km. 168), ya en la parte final de la etapa, con un complicado descenso que conduce a la meta de Cuenca.Es una etapa con un final explosivo y espectacular, en el que se aúna la dificultad que presenta la subida empedrada al Alto del Castillo y el arriesgado descenso que conduce al callejeo de la ciudad de las Casas Colgadass. Una etapa propicia para los rodadores y sprinters de fuerza.
Antecedentes: Cuenca siempre estará unida al nombre de su ciclista más ilustre, Luis Ocaña, vencedor de la Vuelta de 1970. Y a la Vuelta desde 1955, cuando fue final de etapa por primera vez. Fueron 22 kilómetros entre Valencia y Cuenca y ganó el italiano Antonio Uliana. La última llegada a Cuenca todavía está grabada en la memoria de los aficionados que recuerdan el poderoso final de Thor Hushovd, el noruego vencedor en el pasado Tour del prólogo y de la última etapa, en los Campos Elíseos.Otros vencedores en Cuenca han sido el francés Walkowiak (1957), vencedor de un Tour parecido al último vivido, Desmet (1958), Martín Piñera (1965), Deschoenmaecker (1973), Perurena (1978), Juan Fernández (1983), Minali (1996), Hunter (2001) y Zabel (2003).

La Crono del Sábado
Las etapas contrarreloj son, junto con las de alta montaña, las que sirven para modelar de forma más clara la clasificación de cualquier prueba por etapas. Los especialistas en la lucha individual tendrán en esta crono individual de distancia media (33,2 kms.) la primera oportunidad de equilibrar la balanza con los escaladores. El primer corredor, que será el último de la clasificación general, tomará la salida a las 10,21 horas. El recorrido tiene dos partes bien diferenciadas. La rampa de lanzamiento, enclavada en la Av. Cruz Roja, tiene una altitud de 940 metros. Los primeros kilómetros son siempre en sentido ascendente, por lo que imperará en ellos la fuerza. Aproximadamente en la mitad del recorrido los corredores se enfrentarán de nuevo al Alto del Castillo, cuya cima marca 1.120 metros de altitud. Desde ella (km. 20,7) hasta la meta son doce kilómetros en terreno descendente y llano, en el que primará la habilidad y el acertado empleo de los desarrollos. La altitud en la meta es de 960 metros.Se trata por lo tanto de una contrarreloj que combina la fuerza y la técnica, no exenta de peligro en aquellos tramos en los que se arriesgue más de lo que las características del terreno lo permitan.

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