martes, 18 de julio de 2006

Los familiares de los fallecidos en el incendio se sienten "marginados y discriminados" por la Administración

Algunos de los familiares de los miembros del retén que fallecieron hace ahora un año en el incendio que arrasó 8.000 hectáreas en Guadalajara denuncian "el abandono, la marginación y la discriminación" a la que han sido sometidos por parte de la Junta de Castilla la Mancha y piden que se recuerde a los fallecidos como "héroes".
En declaraciones a Europa Press, el tío de uno de los fallecidos el 17 de julio de 2005, José María Manteca, indicó que cuando se cumple el aniversario de la tragedia, las familias tienen "más datos que al principio". "Ellos --la Administración-- han dicho siempre que esto ha sido un accidente, pero de accidente nada, no hay quien se lo coma", aseguró.
En este sentido, Manteca subrayó que en las primeras horas del incendio "hubo una descoordinación que hizo que todo fallara hasta que pasó lo que pasó".
"El incendio comenzó el día 16 de julio a las 14:30 horas, y cuando empezaron a llamar a los que tenían que estar de guardia no había nadie. Tardaron de dos a tres horas en hablar con ellos porque estaban incomunicados, y a raíz de ahí comenzó todo a fallar, hubo descoordinación y llegó a lo que llegó", explicó.
Asimismo, Manteca recordó lo ocurrido al día siguiente cuando el retén, que "estaba trabajando en el bosque", fue enviado "a 150 kilómetros de su puesto habitual de trabajo, sin comer y abandonados a su suerte".
En este sentido, recalcó que, aunque todo apunta a que "el señor que se cargó a las víctimas" fue un auxiliar de incendios, los familiares insisten en que "por encima de este señor había un jefe, otro jefe y un etcétera de cargos".
"TODOS CONTRA LAS FAMILIAS"
Manteca, que hace las veces de portavoz de las familias de los once muertos, aseguró que "todo el mundo está contra las familias" y añadió que no se explica "cómo puede ser que una provincia como Guadalajara, que es solidaria, cuando surge una desgracia como la ocurrida estemos solos ante el peligro".
"Somos ciudadanos de quinta, no nos cansaremos de denunciar hasta que den la cara y nos digan la verdad. Pedimos justicia, la verdad y dimisiones de todos estos inútiles de políticos que tenemos, que lo único que están es sujetándose como pueden a la poltrona", insistió.
"HE PERDIDO LO QUE MÁS ME IMPORTABA"
Por su parte, la madre del fallecido Jorge César Martínez, Isabel Villa, reconoció que el tiempo transcurrido desde la muerte de su hijo "ha sido un año de dolor sin los seres queridos que cada uno ha perdido". Añadió que también han sido doce meses en los que no les han dejado "vivir el duelo", ya que han tenido que luchar "para conseguir saber una verdad que no han dicho nunca".
En esta línea, insistió en que "ha sido un año muy malo" y reseñó que su sentimiento como madre es que ha perdido "lo que más importaba en la vida". No obstante, matizó que debe "seguir de pie" porque le debe a su hijo "seguir luchando hasta el final para averiguar la verdad".
De este modo, subrayó que hay muchas "preguntas sin respuestas", aunque recalcó que la principal es "cómo pudieron meter a un retén, que se supone que lo único que puede hacer es apagar un fuego pequeñito, un fuego de jaras, en un incendio de copas altas".
"Quién lo decide, por qué, quién da la orden, por qué se nos ha evitado, por qué no tienen el valor suficiente para mirarnos a la cara y decirnos qué ocurrió y disculparse si cometieron errores. El problema es que aquí no hay errores, hay negligencias, y es muy distinto", señaló.
APASIONADO DE LA NATURALEZA
Recordando a su hijo, Isabel comentó que Jorge llevaba siete años en el retén y estaba ahí, porque "era un apasionado de la naturaleza". "Le gustaba ayudar a los demás, creo que la mayoría de las personas que se dedican a esto tienen una parte vocacional y algo especial", subrayó.
De esta manera, Isabel destacó su deseo de que se recuerde a los fallecidos "como personas que han hecho mucho por la naturaleza". "Han ayudado a que muchos incendios no llegaran a pueblos, han ayudado a salvar árboles, animales y personas. Por ello, se les debe recordar como héroes, son gente que dan la vida por un trabajo que ni siquiera deben hacer y que a partir de que ellos mueren todo cambia", matizó.
Por otro lado, Pilar Hernández, la madre de Manuel Manteca, otro de los fallecidos, comentó que "ha sido el año más largo" de su vida. "Lo he pasado luchando, pasándolo mal y luchando porque la verdad se sepa, por quitar a estos mangantes ingenieros que siguen en sus sillones haciendo el trabajo que no hacen, para que los responsables de esas once muertes lo paguen", concluyó.

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