Junta General del Consorcio Provincial de Medio Ambiente

En primer lugar, el Vicepresidente del Consorcio destacó la integración del Consorcio en ANEPMA (Asociación Nacional de Empresas Públicas de Medio Ambiente): “una entidad -aseguró- nacida para asesorar, apoyar y coordinar la actuación en materia de gestión de residuos de las empresas de capital público que forman parte de la Asociación. Con la integración en ANEPMA, el Consorcio Provincial de Medio Ambiente (creado hace 6 años) podrá beneficiarse de la experiencia de otras administraciones, formar parte de sus nuevas iniciativas, y participar de los conocimientos que en materia de gestión de residuos y sostenibilidad han adquirido ya otras instituciones de toda España”. En segundo lugar, en esa Junta General se decidía también la modificación del contrato de recogida de papel-cartón, en varios puntos concretos, una vez detectado que el nivel de concienciación ciudadana en la materia hacía necesarias esas modificaciones: habrá nuevas frecuencias de recogida (se doblan, prácticamente, las actuales); se ha elaborado un sistema de rutas por zonas, detallando las fechas de recogida que corresponderán a cada uno de los municipios de la provincia; se va a habilitar una línea telefónica (un 902) de atención al ciudadano para que los particulares puedan dar cuenta de las incidencias del servicio, y que éstas puedan solucionarse lo antes posible; el Consorcio se encargará de controlar el cumplimiento de los plazos y las rutas establecidas en el marco de este nuevo contrato, a través de una persona que se dedicará exclusivamente a esta tarea, y que será contratada por la Diputación Provincial de Cuenca (se está negociando con el Ayuntamiento de la capital la posibilidad de que por parte de esa administración se contrate a otra persona para el seguimiento del servicio en Cuenca); se van a instalar 200 nuevos contenedores de papel-cartón en la provincia, que vendrán a sumarse a los 620 ya distribuidos por las diferentes zonas de actuación del Consorcio; el próximo lunes se presentarán dos de los cinco nuevos camiones (4 compactadores y 1 de limpieza), con capacidad, cada uno de ellos, para entre 5.500 y 6.000 kgs. de residuos. Tres serán del Consorcio, y dos de la empresa Urbaser. “Si, llegado el caso (una vez vistos los resultados de estas nuevas especificaciones del contrato) se detectara la necesidad de ampliar o modificar el servicio -aseguró el Vicepresidente del Consorcio- se llevaría a Junta General una nueva modificación del contrato… La pauta de funcionamiento del servicio va a estar siempre en función de las necesidades ciudadanas”. El Consorcio tiene previsto además poner en marcha una campaña de concienciación y sensibilización ciudadana que incida en determinados aspectos del reciclado de residuos. Entre ellos, y de modo destacado, se insistirá en la necesidad de que la ciudadanía adapte (plegando, cortando y ajustando) las cajas y el cartón que llevan a los contenedores. Por último, y como tercera gran novedad de lo acordado en la Junta General del día 5, se encuentra la construcción de una nueva planchada de hormigón en la planta de tratamiento de residuos de Carrascosa del Campo. Y es por lo que a la recogida de vidrio respecta, el Consorcio Provincial de Medio Ambiente ha concluido que es necesario construir una nueva planchada de 120 m2 en la estación de Carrascosa del Campo, con un coste de alrededor de 24.000 euros del que se hará cargo este Organismo de la Diputación Provincial de Cuenca. Alfonso Plaza explicaba que “tanto la planchada existente en el Centro de Tratamiento de Residuos de la capital como la que ya está funcionando en la Estación de Las Pedroñeras se encontraban algo saturadas, y provocaban demoras en el tratamiento del vidrio. La previsión es que cuando las tres planchadas estén funcionando (en principio antes de que acabe el mes de junio) se mejorará considerablemente la frecuencia de recogida, puesto que no habrá retenciones esperando poder descargar los camiones”. El objetivo, en resumen, es adaptar el servicio de recogida a las necesidades que se van detectando por parte de los técnicos del Consorcio. La ciudadanía ha de ser, en último término, la que indirectamente imponga los criterios a seguir en esta materia. Sin su participación como primer eslabón de la cadena del reciclado de residuos, todo esfuerzo, por grande que sea, será en vano.