sábado, 20 de mayo de 2006

Palacio de Congresos y Exposiciones. La historia de un incumplimiento que se sigue incumpliendo. En Albacete se inaugura este año

No es algo nuevo, ni mucho menos, la promesa de hacer en Cuenca un Palacio de Congresos y Exposiciones.En el año 1983, en plena campaña electoral, el entonces todavía joven Diputado por Albacete en las Cortes Nacionales, y candidato para el cargo de Presidente de Castilla la Mancha en aquellos comicios, hizo en Cuenca la promesa de realizarlo si ganaba las elecciones, como proyecto estrella del Partido Socialista en la siguiente legislatura para nuestra provincia.Efectivamente, Bono fue elegido por los castellano-manchegos, pero ni en los cuatro años siguientes, ni en sus cuatro legislaturas posteriores la Junta ha invertido un solo céntimo en cumplir esa promesa.Han tenido que pasar veintitrés años y más de cinco legislaturas y media, para que un miembro de la Junta venga a Cuenca a firmar un protocolo en el que Castilla la Mancha destina algunos euros para este motivo.No, no se trata del dinero que costarían las obras si finalmente se hiciera, ni tan siquiera del proyecto de construcción con los planos y demás. No, no se trata de ir a cumplir ya con la promesa que hizo el ya retirado de la política, José Bono, allá a principios de los años ochenta.El protocolo que firmó el Alcalde Cenzano con el Consejero de Industria hace unas semanas, no es como el que anuncia hoy Barreda para la construcción del Palacio de Congresos de Guadalajara, aquel es pagar un estudio que demuestre, o no, la viabilidad de cumplir con la anciana promesa del Partido Socialista de Castilla la Mancha con Cuenca, y luego ya veremos. El protocolo que anuncia hoy Barreda en Guadalajara, es para pagar su inminente construcción.Mientras en otras capitales de esta autonomía ya cuentan con su Palacio de Congresos y Exposiciones, como muy pronto va a suceder en Guadalajara, casi sin enterarse, porque no es para tanto bombo, en Cuenca ahora el Consejero va a encargar un estudio para ver si esta ciudad se lo merece.Se le puede dar la interpretación que convenga, como la del Tte. de Alcalde Juan Ávila, que nos cuenta que es necesario hacer un estudio para que el futuro palacio se ajuste a las características de Cuenca. Se puede decir que es lo mejor para que sea un proyecto rentable. Pero el caso es que después de veintitrés años de engaño a los conquenses, la Junta de Comunidades a lo más que ha llegado es a comprometer unos míseros 58 mil euros, que no sacan al Palacio de Congresos de la teoría.En el acto de hace unas semanas, el Consejero Díaz Salazar, seguramente con sonrojo hacia sí mismo, intentó exculpar, en la medida de lo posible, a los socialistas manchegos porque van a mantener el engaño hasta el final de esta legislatura y lanzó los balones fuera, para culpar al ADIF -heredera de Renfe-, por no firmar el convenio, tan ansiado por Cenzano, de los terrenos donde ahora dicen que se instalará este pabellón.Parece que tanto para Cenzano, como para los políticos de la Junta, el Adif se ha convertido en el culpable de todos sus fracasos, por no firmar ese convenio. Pero habría que recordarles las oscuras intenciones que se esconden detrás de sus pretensiones con esa firma, a la que por el momento no se ofrece el Adif.Está claro que el motivo principal son las diecisiete hectáreas de terreno de uso ferroviario que se convertirían, con la firma, en suelo cargado de edificios. Con lo que el Ayuntamiento dispondría de más del 20%, que en su mayor parte adjudicaría a algún empresario para la construcción de viviendas. También el Adif, con el 60% sería la mayor especuladora de suelo de la provincia.Pero este no es "el quid" de la cuestión. A hurtadillas, de puntillas entre los conquenses, el Alcalde pretende colarle al Adif algo de lo que ni el Adif es responsable, ni tiene competencias, porque éstas le pertenecen exclusivamente al Estado. Dentro del convenio, con letras pequeñas, quiere incluir de facto, la ubicación de la Estación del AVE fuera de ese espacio destinado para uso ferroviario, y expresamente en el alejado polígono de "La Estrella".Pero esto pondría al Adif como empresa pública en una situación comprometida, dentro del ámbito jurídico, al resolver con su firma algo que no le compete, y en lo que el Estado todavía no emitido su resolución.Parece que liando las cosas, e introduciendo elementos que enturbien la situación, el culpable de este engaño masivo a los conquenses vaya a ser un ente difícil de percibir por los ciudadanos. Es una estrategia que Cenzano utiliza con frecuencia, pero que con el tiempo no sirve, porque la revela la propia historia.

Ejecutiva provincial IXC

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