viernes, 10 de febrero de 2006

Independientes por Cuenca critica las actuaciones en urbanismo que esta llevando el Ayuntamiento.

EL CRECIMIENTO URBANO DE CUENCA EN EL SIGLO XXI. LAS OPERACIONES URBANÍSTICAS “RENFE” Y “SERRANIA”.
Estamos en un momento histórico para Cuenca, y el Alcalde no quiere “pedir la luna” por si nos quedamos sentados. Sentados llevamos tanto tiempo que otros ya han conseguido la luna y ahora quieren ir a Marte.
El Palacio de Congresos fue anunciado por Bono en 1983 y Renfe, la actual Adif, firmó un convenio en 1992 para urbanizar los terrenos de la estación y no se ha hecho nada. También se aprobaron inversiones en la línea Madrid-Cuenca-Valencia y no se ha hecho nada.
El momento es histórico porque Cuenca lleva sin hacer nada verdaderamente importante demasiado tiempo, y ahora tiene que intentar hacer de una sola vez lo que otros han hecho en muchos años de proyectos ambiciosos y con visión de futuro. Tenemos que dar el salto definitivo a la modernidad, y la ambición y seguridad en nuestras posibilidades no puede ser la que reflejan las palabras del cansado Alcalde de Cuenca.
El crecimiento urbanístico que está planificando el Alcalde es ejemplo paradigmático de lo que no se debe hacer. No compartimos el modelo de ciudad que se anticipa en las operaciones urbanísticas de los terrenos de Renfe y del antiguo “club Serranía”.
No compartimos ni las formas ni los procedimientos, y rechazamos la ausencia de transparencia en el área de urbanismo. Iniciamos la presente legislatura municipal con el cese del Jefe de Servicio de urbanismo y la terminamos con el cese del Gerente de Urbanismo. Puede que estos profesionales tampoco estuvieran de acuerdo con la gestión urbanística del Ayuntamiento de Cuenca.
El único diseño urbanístico que conocemos en Cuenca es la acumulación de casas que reproducen variantes de una misma fachada de ladrillo. Y ahora, desde el Serranía hasta el río se planifican mas bloques de viviendas. Y en los terrenos de Renfe, un tesoro urbanístico que sería la envidia de muchas grandes ciudades, se planifican también bloques de viviendas.
El hecho de que una parte de las viviendas comprometidas en estas operaciones urbanísticas tengan algún tipo de protección oficial, no autoriza al Alcalde a situarlas en cualquier sitio y a cualquier precio. Hacer VPO no es una explicación de un modelo de ciudad, es un requisito previo del planificador urbanístico.
¿Hasta cuando vamos a seguir reproduciendo el modelo de desarrollo que representa el campus universitario, rodeado, ahogado, por bloques de viviendas que impiden y estrangulan sus posibilidades de expansión?
Entendemos además que las plusvalías generadas en estas operaciones no van a redundar, ni de modo suficiente, ni de modo transparente, en el incremento del patrimonio municipal.
Las Administraciones Públicas, que en estas actuaciones urbanísticas están obligadas a invertir en Cuenca, no solo no lo hacen, sino que obtienen beneficio a través de las plusvalías.
Adif, el Administrador de Infraestructuras ferroviarias, no solo no invierte en traer la estación del Ave al centro de la ciudad, no solo no invierte en el necesario soterramiento de las actuales vías, no solo ha condenado a la desaparición al tren convencional, como esto no es suficiente, Adif pretende obtener importantes plusvalías con cargo al convenio que el Ayuntamiento quiere firmar para urbanizar los terrenos de la estación y que le otorga el 65% del aprovechamiento total.
Por la decisión del Alcalde, que se ha negado a convocar un referéndum consultivo exigido por las firmas de 5.000 conquenses, se han perdido los 115 millones previstos para la estación del Ave en los terrenos de la actual. Financiación como la que se va a emplear en soterrar las vías en las ciudades que lo han solicitado; en Talavera de la Reina incluso con aportación de la Junta de Comunidades.
La Confederación Hidrográfica del Jucar renuncia a hacer las necesarias obras de adecuación de las riberas inundables del río a la altura de los terrenos del actual club Serranía. La operación urbanística planificada en estos terrenos tendrá que financiar con cargo al precio final de las viviendas el exceso de obra necesario para impedir la cíclica inundación de una parte importante de la zona.
Una parte de las plusvalías por aprovechamiento lucrativo generadas en esta operación urbanística van destinadas a financiar la construcción del Recinto Ferial, un proyecto necesario, aunque con más imagen a través de arquitectos estrella que impacto en la creación de empleo, que en todo caso debería financiar la Confederación Hidrográfica del Júcar.
Porque la deuda del agua en Cuenca sigue generando intereses, y no se amortiza, y porque la Confederación debe hacerse cargo de aquellas zonas en que el río Jucar puede inundar periódicamente los terrenos urbanos de ribera.
Las viviendas de protección social son necesarias, pero también es necesario crear empleo.
Los actuales terrenos de Renfe son un lugar privilegiado para un centro neurálgico de prosperidad y desarrollo en torno a la estación del Ave y del tren convencional, en torno al futuro Palacio de Congresos, en torno al parque científico-tecnológico y al polígono avanzado de empresas que se han aprobado para Cuenca por iniciativa de una moción de IxC en el último Pleno municipal.
Si el Ayuntamiento no es capaz de conseguir los necesarios terrenos adyacentes al actual Hospital “Virgen de la Luz”, ni financiar el traslado de La Fuensanta, los terrenos de Renfe serían también un lugar privilegiado para ubicar el nuevo hospital de Cuenca que, después de una moción de IxC, el Teniente de Alcalde Avila comprometió por un importe de 54 millones de euros. Un proyecto, fantasma por ahora, con financiación insuficiente y lo que es peor, sin suelo disponible.
No se puede decir que en Cuenca falta espacio para vivienda digna, no falta espacio para suelo residencial, falta espacio para suelo terciario que fomente la creación de empleo. Lo tenemos en el centro de la ciudad y lo vamos a desperdiciar.
En la gestión urbanística de Cuenca falta transparencia.
La decisión sobre la ubicación de la estación del Ave ha estado sometida al más absoluto de los secretos y a un proceso de desinformación de la opinión pública. La ciudadanía se ha pronunciado mayoritariamente respecto a su ubicación en el centro, y el Alcalde aprovecha el “cheque en blanco” de unas elecciones municipales y un incomprensible apoyo del Partido Popular, para presentarnos un proyecto que, cuando llene de casas esta zona privilegiada, hará inviable cualquier otro modelo que no suponga que la estación del Ave queda fuera de la ciudad, que las vías del tren permanecen partiendo en dos a la ciudad hasta que dentro de 5 o 10 años se cierre la línea de ferrocarril convencional, y que las casas que se construyen son el parte para unos jóvenes que no van a encontrar empleo en su tierra.
Por otra parte, el Convenio que se pretende firmar para la urbanización de los terrenos del Serranía no explica de modo suficiente la razón por la que se va a permitir un aumento de la edificabilidad muy por encima de lo habitual, ni tampoco asegura la necesaria participación del Ayuntamiento en este importante aumento de plusvalías. IxC

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