Los mismos males que le costaron un punto ante el Logroñés en La Fuensanta, fueron determinantes para que los blanquinegros perdieran en su visita a la SD Huesca. Tres goles encajados ante los riojanos y cuatro ayer en tierras aragonesas son demasiadas facilidades defensivas para que un equipo pueda aspirar a algo más que un papel digno en la categoría. Para llegar a más, para lograr una plaza entre los cuatro primeros de la clasificación, los de Antonio Cazalilla deben volver a ser el equipo serio en defensa y que no pierde la concentración. Y es que son siete goles encajados en dos partidos y siete partidos consecutivos encajando algún gol.Los locales se contagiaron del ambiente festivo que el Club había preparado para llenar y dar colorido azulgrana a las gradas. Casi 3.000 personas se dieron cita en el estadio oscense; una afición que tenía muy claro que el triunfo ante el Conquense dejaría casi descartado a un posible rival en la lucha por la zona noble.
El Huesca se colocó con un 2-0 demoledor en el primer periodo, con goles de Roberto, en el minuto 11, y Mikel Rico en el 20. Como ocurriera ante el Logroñés siete días antes, el Conquense encontró a Martins para ejercer de ´salvador´ y colocar el 2-2 en la segunda mitad, cuando los locales jugaban con uno menos. Pero tampoco esta vez los de Cuenca supieron rematar la faena. El empate llegó en el minuto 60, pero sólo tres minutos después apareció de nuevo Roberto para hacer el 3-2 y poco después para transformar un penalti y colocar el 4-2 definitivo, cuando la expulsión de Borrallo había dejado ya las fuerzas de nuevo igualadas.Excesivo castigo posiblemente para un equipo que no dejó mala imagen ante un Huesca que huele a ´play-off´, pero los errores se pagan.
ELDCM
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