
El responsable provincial del Gobierno de Castilla-La Mancha tiró de hemeroteca para recordar las palabras del concejal de Urbanismo, asegurando que harían una modificación puntual ceñida a la parcela necesaria para el hospital. Sin embargo, “ahora vemos, por sorpresa, que no sólo hay hospital sino también 1.600 viviendas”.
El delegado de la Junta en Cuenca, Ángel Valiente, lamentó hoy “la falta de modelo de ciudad” que, a su juicio, parece tener el actual equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de Cuenca, “se mueve por ocurrencias y desarrollos puntuales a salto de mata”.
A preguntas de los medios de comunicación sobre los cambios de ubicación tanto del hospital como del Palacio de Congresos, infraestructuras ambas que sufragará el Gobierno de Castilla-La Mancha, Valiente se preguntó “quién gana y quién pierde en la ciudad con estos movimientos”.
“Yo no sé quién gana, lo sabremos algún día”, aseveró el delegado de la Junta, quien sí dijo tener claro que “quienes pierden son los ciudadanos, que están innecesariamente esperando a que un Ayuntamiento se ponga a la faena”.
En este punto, argumentó que el equipo de Gobierno municipal ha necesitado casi cinco meses para realizar la modificación puntual pertinente en los nuevos terrenos propuestos por la corporación para la construcción del futuro hospital.
“Sólo en preparar este documento, que no es muy laborioso, han tardado cinco meses de los diez que estipulaba el convenio que suscribieron con los propietarios”, insistió Valiente.
Mientras tanto, la espera del Ejecutivo Autonómico para que pongan a su disposición los terrenos necesarios para la construcción del nuevo hospital alcanza los 290 días.
De 14 a 41 hectáreas
Del mismo modo, el delegado de la Junta dijo no entender por qué una modificación puntual que estaba ceñida a las 14 hectáreas de parcela necesarias para el hospital, “se ha convertido finalmente en una modificación puntual para de 41 hectáreas, ligadas a la construcción de 1.600 viviendas”.
Valiente tiró de hemeroteca para recordar las palabras del concejal de Urbanismo, Pedro Vallejo, asegurando que harían una modificación puntual ceñida a la parcela necesaria para el hospital. Sin embargo, “ahora vemos, por sorpresa, que no sólo hay hospital sino también 1.600 viviendas”.
“Quién gana, quién pierde”, insistió nuevamente el delegado de la Junta, reiterando que “perdemos los ciudadanos y quién gana, lo sabremos algún día sin lugar a dudas y lo tendremos que aclarar para información de todos los ciudadanos”.
Ruptura “sin previo aviso” del protocolo de colaboración
Por otra parte, Ángel Valiente acusó al equipo de Gobierno municipal de “romper sin previo aviso” el protocolo de colaboración suscrito en noviembre de 2006 entre la Consejería de Industria y el Ayuntamiento de Cuenca que aseguraba la financiación para la construcción del Palacio de Congresos en los terrenos de Renfe.
Una ubicación que, tal y como recordó, fue decidida “por consenso de los dos grupos políticos en el Ayuntamiento cuando gobernaba Cenzano, que la somete a la consideración de todo el plenario” y “un compromiso electoral con Cordente y con Pulido, con ambos”, significó.
La decisión de construir el Palacio de Congresos en los terrenos de Renfe por parte de la anterior corporación estaba unida a un “concepto claro de ciudad”, pretendiendo acoger en este mismo lugar un hotel o la sede de los sindicatos y los empresarios, entre otros, así como el nuevo Instituto de Educación Secundaria “Pedro Mercedes”.
De esta forma, se pretendía poner en valor una zona que actualmente divide a la ciudad y potenciar sus valores desde el punto de vista medioambiental, cultural y paisajístico.
Para el delegado de la Junta, la intención del alcalde de la ciudad de llevarse esta infraestructura junto a un polígono industrial no parece la más acertada y responde “a una nueva ocurrencia”
“Si nos ha sorprendido la ubicación del hospital, su ubicación puntual y su vinculación a 1.600 viviendas; la sorpresa dentro de unos días será que también vinculamos la ubicación del Palacio de Congresos a nuevas viviendas”, concluyó.