Políticos apolíticos I.
Imagino al Sr. Pardo revisando el listado de las ayudas que el Presidente de la Diputación ha concedido en el pasado año. Clasificando en columna contigua si la actividad o motivo de las solicitudes tenían un carácter político o apolítico. De todas las ayudas concedidas hubo una que llamó su atención, al parecer, la única que a su entender podía ser registrada en la categoría de política. Don Rogelio, con la habilidad que corresponde a un político, introdujo en el buscador de su ordenador “Gavilla Verde” y encontró una página web donde se daba publicidad que la institución en la que representa a la oposición o grupo popular, aparecía como colaboradora de las VIII Jornadas El Maquis en Santa Cruz de Moya y del XIX Día del Guerrillero Español. La subvención recibida por la asociación era de 3.000 €.
Inadmisible, pensó el alcalde de la bella Minglanilla. Con la cantidad de necesidades que tenemos en la provincia y les dan a una asociación “eminentemente política” tal barbaridad de euros. Así que el 23 de enero de 2008, acudió al pleno de la Diputación de Cuenca y en el turno de ruegos y preguntas hizo lo segundo: ¿Considera que el dinero de la Diputación, y por tanto de todos los conquenses, debe priorizarse en subvencionar jornadas en las que en su orden del día figuran actos conmemorativos a guerrilleros, con comida de Hermandad, y en cambio desatender otras peticiones de verdadero y apolítico interés general?
Interesante elaboración: verdadero y apolítico interés general. Para entendernos, según Rogelio Pardo, las jornadas y el acto de homenaje son manifestaciones políticas que no tienen ningún interés general. En el acto de cierre de las últimas jornadas calculamos que había presentes unas doscientas personas y el Día del Homenaje mil quinientas.
Impropio de un político considerar que hay dos tipos de interés general. El interés general es político por su propia naturaleza. Son ellos los que reciben con nuestros votos e impuestos el gobierno de las instituciones que deben vigilar y trabajar por todo aquello que pertenece a los ciudadanos, aunque vivan en el campo. También es un error que un político hable de lo apolítico como algo inmaculado, tan paradójico, como oír a un sacerdote defender el ateismo.
Impresentable ejercicio de miopía política. Las jornadas son académicas y de un nivel envidiable. Las jornadas van por la novena edición y se ha primado el conocimiento y la divulgación de un tiempo que a todos los conquenses, independientemente del grado de apoliticidad, nos sobrecoge. Las jornadas unen diversas visiones sobre aquel tiempo y hemos querido, desde el primer día, que fueran plurales y se contrastaran ideas que en algún caso han sido contrarias. Su éxito ha consistido en abrir con franqueza un episodio histórico en uno de sus escenarios reales, dar voz a aquellos a los que se les marginó de nuestra historia y divulgar las producciones literarias, cinematográficas, documentalistas y un amplío etcétera que nos han convertido en un centro de referencia de la memoria a nivel internacional, más allá de donde la mirada del Sr. Pardo puede alcanzar. Las jornadas ni son apolíticas, ni políticas, son científicas, culturales, populares, lo que ustedes quieran y tienen como objeto de estudio la historia de la sociedad rural durante el franquismo. Pero Don Rogelio, que tanto sabe de autovías, polígonos y castillos, sabrá diferenciar entre la política, que es de donde saca su sueldo, de la historia, que es para lo que nuestra Diputación nos dio los euros que se utilizaron de manera digna y no sirvieron para que nadie en La Gavilla Verde prospere en sentido crematístico.
Independientemente a que se pueda considerar un acto de homenaje, que se celebra el día posterior a las jornadas, como un acto político, éste es un reconocimiento a unas personas que murieron por la libertad, muchos conquenses entre ellos. Al acto asisten personas fuertemente politizadas y personas que sin tener una formación política determinada, se sienten atraídos por ese episodio y todos quieren conocer a los que lo protagonizaron. Unos expresan con emoción su vínculo ideológico con los guerrilleros, otros, aprecian los sentimientos de unos hombres y mujeres valientes que se enfrentaron contra la dictadura cuando esta era más fuerte y que tomaron las armas porque la potencia represiva del régimen no les dio otra opción para defender sus ideas. Al finalizar los parlamentos, previo pago, los que quieren, participan en la comida de hermandad, a la que no se ha dirigió ni un solo euro de los concedidos por la institución democrática. Estos se destinaron para el alquiler de un escenario, la sonorización del espacio y la divulgación del evento.
Indignación es el sentimiento que nos atenaza a los socios y amigos de La Gavilla Verde. Hemos dedicado horas y horas de trabajo no remunerado en poner en valor conceptos que están incluidos en nuestra constitución y por los que muchas personas fueron encarceladas, asesinadas, torturadas y desaparecidas en nuestra provincia. Indignación porque si algún día, los votantes no lo quieran, El Sr. Rogelio Pardo, alcalde de Minglanilla y ex senador, preside alguna institución, no dará un duro a un acto que en este año cumplirá su veinte aniversario y unas jornadas que causan admiración, incluso, entre sus críticos.
Pedro Peinado Gil
Presidente de La Gavilla Verde.
Imagino al Sr. Pardo revisando el listado de las ayudas que el Presidente de la Diputación ha concedido en el pasado año. Clasificando en columna contigua si la actividad o motivo de las solicitudes tenían un carácter político o apolítico. De todas las ayudas concedidas hubo una que llamó su atención, al parecer, la única que a su entender podía ser registrada en la categoría de política. Don Rogelio, con la habilidad que corresponde a un político, introdujo en el buscador de su ordenador “Gavilla Verde” y encontró una página web donde se daba publicidad que la institución en la que representa a la oposición o grupo popular, aparecía como colaboradora de las VIII Jornadas El Maquis en Santa Cruz de Moya y del XIX Día del Guerrillero Español. La subvención recibida por la asociación era de 3.000 €.
Inadmisible, pensó el alcalde de la bella Minglanilla. Con la cantidad de necesidades que tenemos en la provincia y les dan a una asociación “eminentemente política” tal barbaridad de euros. Así que el 23 de enero de 2008, acudió al pleno de la Diputación de Cuenca y en el turno de ruegos y preguntas hizo lo segundo: ¿Considera que el dinero de la Diputación, y por tanto de todos los conquenses, debe priorizarse en subvencionar jornadas en las que en su orden del día figuran actos conmemorativos a guerrilleros, con comida de Hermandad, y en cambio desatender otras peticiones de verdadero y apolítico interés general?
Interesante elaboración: verdadero y apolítico interés general. Para entendernos, según Rogelio Pardo, las jornadas y el acto de homenaje son manifestaciones políticas que no tienen ningún interés general. En el acto de cierre de las últimas jornadas calculamos que había presentes unas doscientas personas y el Día del Homenaje mil quinientas.
Impropio de un político considerar que hay dos tipos de interés general. El interés general es político por su propia naturaleza. Son ellos los que reciben con nuestros votos e impuestos el gobierno de las instituciones que deben vigilar y trabajar por todo aquello que pertenece a los ciudadanos, aunque vivan en el campo. También es un error que un político hable de lo apolítico como algo inmaculado, tan paradójico, como oír a un sacerdote defender el ateismo.
Impresentable ejercicio de miopía política. Las jornadas son académicas y de un nivel envidiable. Las jornadas van por la novena edición y se ha primado el conocimiento y la divulgación de un tiempo que a todos los conquenses, independientemente del grado de apoliticidad, nos sobrecoge. Las jornadas unen diversas visiones sobre aquel tiempo y hemos querido, desde el primer día, que fueran plurales y se contrastaran ideas que en algún caso han sido contrarias. Su éxito ha consistido en abrir con franqueza un episodio histórico en uno de sus escenarios reales, dar voz a aquellos a los que se les marginó de nuestra historia y divulgar las producciones literarias, cinematográficas, documentalistas y un amplío etcétera que nos han convertido en un centro de referencia de la memoria a nivel internacional, más allá de donde la mirada del Sr. Pardo puede alcanzar. Las jornadas ni son apolíticas, ni políticas, son científicas, culturales, populares, lo que ustedes quieran y tienen como objeto de estudio la historia de la sociedad rural durante el franquismo. Pero Don Rogelio, que tanto sabe de autovías, polígonos y castillos, sabrá diferenciar entre la política, que es de donde saca su sueldo, de la historia, que es para lo que nuestra Diputación nos dio los euros que se utilizaron de manera digna y no sirvieron para que nadie en La Gavilla Verde prospere en sentido crematístico.
Independientemente a que se pueda considerar un acto de homenaje, que se celebra el día posterior a las jornadas, como un acto político, éste es un reconocimiento a unas personas que murieron por la libertad, muchos conquenses entre ellos. Al acto asisten personas fuertemente politizadas y personas que sin tener una formación política determinada, se sienten atraídos por ese episodio y todos quieren conocer a los que lo protagonizaron. Unos expresan con emoción su vínculo ideológico con los guerrilleros, otros, aprecian los sentimientos de unos hombres y mujeres valientes que se enfrentaron contra la dictadura cuando esta era más fuerte y que tomaron las armas porque la potencia represiva del régimen no les dio otra opción para defender sus ideas. Al finalizar los parlamentos, previo pago, los que quieren, participan en la comida de hermandad, a la que no se ha dirigió ni un solo euro de los concedidos por la institución democrática. Estos se destinaron para el alquiler de un escenario, la sonorización del espacio y la divulgación del evento.
Indignación es el sentimiento que nos atenaza a los socios y amigos de La Gavilla Verde. Hemos dedicado horas y horas de trabajo no remunerado en poner en valor conceptos que están incluidos en nuestra constitución y por los que muchas personas fueron encarceladas, asesinadas, torturadas y desaparecidas en nuestra provincia. Indignación porque si algún día, los votantes no lo quieran, El Sr. Rogelio Pardo, alcalde de Minglanilla y ex senador, preside alguna institución, no dará un duro a un acto que en este año cumplirá su veinte aniversario y unas jornadas que causan admiración, incluso, entre sus críticos.
Pedro Peinado Gil
Presidente de La Gavilla Verde.