El uso de la obsoleta línea del ferrocarril Valencia-Cuenca-Madrid para el transporte de mercancías, actualmente casi en desuso y destinada sólamente para el tránsito de pasajeros, no parece una iniciativa muy viable de acometer según constatan algunos dirigentes de Renfe. Según las opiniones del director ejecutivo de Servicios de Mercancías y Logística de la operadora pública, Francisco Bonache, así como del responsable del área Intermodal de Renfe, Carlos Mantilla, la citada posibilidad hay que «desestimarla» dada la incapacidad de esas vías para soportar el peso de los trenes de mercancías (unas 900 toneladas), explicaban esta semana en una conferencia organizada por el Propeller Club del Puerto de Valencia. La idea de recuperar este antiguo trazado ferroviario que une Valencia con Madrid -por Cuenca- para el transporte de productos, sobre todo contenedores, surge de la comisión de transporte e infraestructuras de la Cámara de Comercio de Valencia. La institución en manos de Arturo Virosque ha elaborado un estudio de viabilidad y de inversiones necesarias con vistas a intentar aprovechar esta vía como eje prioritario en las actividades logísticas y de transporte de la Comunitat Valenciana, principalmente del puerto, con el centro de la península. Según Virosque, «el uso de la vía de ferrocarril Valencia-Madrid, por Cuenca, para mercancías sería una de las infraestructuras más rentables de España y, además, más barata de construir que hacer un tercer carril en la actual A-3» . La Cámara de Comercio prevé presentar en breve el mencionado estudio de la comisión de infraestructuras al Ministerio de Fomento. La iniciativa cuenta con el respaldo de los operadores portuarias de Valencia, así como de diversas entidades financieras, según confirma Virosque. El proyecto de línea férrea, según los planes camerales, tendría plataformas logísticas en Utiel, Tarancón y Cuenca. En opinión de Virosque, «están fuera de lugar» los temores de Renfe sobre el uso de este trazado para el transporte de mercancías «ya que con las grandes reformas que se podrían acometer en todo el trazado, incluido el cambio de traviesas» podrían conseguir modernizar una línea «que ahora sólo sirve para pasajeros». El Puerto de Valencia es el principal usuario de la plataforma intermodal de Coslada (Puerto Seco), donde se canaliza la distribución de contenedores desde Madrid con los grandes puertos españoles.
Levante/J. L. Z